La NASA pudo haber impedido el accidente en que casi muere asfixiado un astronauta de la Estación Espacial Internacional (EEI) durante una caminata fuera de la nave, concluyó un panel investigador.
El casco del astronauta italiano Luca Parmitano se llenó de agua durante su segunda caminata espacial el 16 de julio, y a duras penas pudo regresar con vida a la estación orbital.
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Pero según el informe del panel, el casco también había experimentado una filtración una semana antes al término de su primera caminata. El panel dijo que el equipo de la estación espacial diagnosticó equivocadamente esa primera falla y que debió haber demorado la segunda caminata hasta comprender el problema.
“Este incidente no fue investigado de manera adecuada”, afirmó Chris Hansen, ingeniero jefe de la estación espacial de la NASA y director de la junta de investigación creada por la agencia. “Hubo una falta de comprensión sobre la gravedad del asunto”, dijo Hansen en una conferencia de prensa.
Las autoridades de la estación espacial supusieron que el agua se había filtrado de una bolsa de agua potable en el traje cuando, de hecho, no fue así, precisó.
Los investigadores dijeron que la “conducta calmada” de Parmitano durante el incidente probablemente le salvó la vida. Parmitano, de 37 años, expiloto de pruebas y oficial de la fuerza aérea italiana en su primera misión espacial, regresó a Tierra en noviembre.
Sigue en estudio la causa precisa de la filtración de agua.