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Africa occidental está a un paso de quedar libre del ébola tras anunciarse que se ha puesto fin a la transmisión del virus en Guinea, el país donde inició la epidemia. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que debe mantenerse una vigilancia máxima en los próximos meses.
Guinea fue el país donde hace dos años se presentó el primer caso de una epidemia que también afectó gravemente a Liberia y Sierra Leona, y que tuvo un coste social y económico de grandes proporciones.
Al cumplirse hoy los 42 días desde que la última persona infectada en Guinea dio negativo en dos ocasiones consecutivas a la prueba que evidencia la presencia del virus en la sangre, la OMS pudo declarar el fin de la cadena de contagios.
“Esta es la primera vez que los tres países han detenido las cadenas de transmisión originales que fueron responsables del inicio del devastador brote dos años atrás”, declaró el director regional de la OMS para Africa, Matshidiso Moeti.
Sin embargo, la organización sanitaria internacional considera que todavía no puede hablarse del fin de la epidemia.
“Sin duda es un hito importante para Guinea y para la región, pero es probable que veamos nuevos casos”, explicó el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
El fin de la epidemia llegará solo cuando el comité de emergencia de la OMS considere que esta enfermedad no constituye más una emergencia sanitaria de alcance internacional y formule una recomendación en este sentido a las máximas instancias de la organización.
La epidemia de ébola ha causado 28.601 personas infectadas, de las cuales 11.315 fallecieron.
Guinea entra a partir de ahora en un periodo de noventa días de vigilancia sanitaria reforzada para garantizar que cualquier nuevo caso sea identificado rápidamente antes de que se propague entre la población.
Tras haber sido declarada libre de ébola, Liberia vio el surgimiento de un número limitado de casos que pudieron ser contenidos dentro de un grupo.
Esta última transmisión será dada por finalizada el próximo 14 de enero, si no se presentan otros casos entre tanto.
En Sierra Leona, la transmisión vinculada al brote original se dio por terminada el pasado 7 de noviembre y el país se encuentra igualmente en una fase de vigilancia máxima hasta el 5 de febrero.
“Los próximos meses serán absolutamente cruciales, ya que será el periodo en que los países deberán estar seguros de que están preparados para prevenir, detectar y responder a cualquier caso nuevo”, enfatizó el responsable de la lucha contra el ébola en la OMS, Bruce Aylward.
La gran precaución con la que los expertos abordan este tema se debe a que durante esta epidemia se realizaron estudios científicos que comprobaron que el virus del Ebola puede permanecer hasta por nueve o doce meses en el semen de los supervivientes.
“La persistencia del virus por un tiempo limitado en los supervivientes puede dar lugar a nuevos brotes en 2016, lo que es imperativo seguir apoyando a los países afectados”, agregó Aylward.
La OMS planea mantener a lo largo del próximo año equipos de vigilancia y de respuesta rápida en Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde actualmente tiene desplegados 1.013 colaboradores.
La otra gran tarea que afrontan esos países es la de poner nuevamente en pie y reforzar su sistemas sanitarios, quebrantados por la presión sufrida en los peores momentos de la epidemia, sin los recursos para afrontar tal emergencia y que sufrió un coste humano enorme en términos del personal médico infectado o fallecido.
Durante la epidemia, las consultas médicas cayeron un 61% en Liberia y un 58% en Guinea, donde las hospitalizaciones -por causas distintas al ébola- cayeron un 54% y las vacunaciones un 30%.
La inmunización infantil se redujo el 21% en Sierra Leona, mientras que hubo 39% menos de niños que recibieron tratamiento contra la malaria.
Fuente: EFE