Ginebra: (EFE). Unos 765.000 de niños menores de cinco años viven en zonas de Siria a las que es muy difícil acceder por el conflicto y han quedado al margen de una reciente campaña de vacunación contra la polio o han recibido una cantidad insuficiente de dosis, tras un peligroso brote de esta enfermedad paralizante.
Así lo reveló UNICEF, el organismo de la ONU para la protección de la infancia, a cargo de la campaña de inmunización en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La portavoz de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África, Juliette Touma, sostuvo que “en la medida en que no tenemos acceso total y regular” a ese elevado número de niños “la posibilidad de que la polio siga extendiéndose persiste”.
EXPONEN LA VIDA PARA VACUNAR
Ambos países sufren graves conflictos internos y parte de sus territorios están fuera del control gubernamental y en manos de movimientos armados opositores.
Tras considerar “alto” el riesgo de propagación de la grave enfermedad, UNICEF y la OMS lanzaron la mayor campaña de vacunación en la historia de Oriente Medio, llegando a 25 millones de niños, que fueron vacunados entre tres y seis veces.
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En Siria, 2,9 millones de niños fueron vacunados y se intentará llegar a los que quedaron fuera de la campaña en una segunda fase, que ya se ha iniciado, pero que se intensificará en agosto, una vez que concluya el mes de ayuno musulmán.
Touma aseguró que, con ese fin, los agentes a cargo de la vacunación “seguirán cruzando las líneas de fuego para llegar a zonas bajo control de la oposición y vacunar a los niños”, para lo cual continuarán negociando con las partes beligerantes.
La erupción de la polio en Siria se atribuye a motivos determinados por la guerra civil, que estalló en 2011, particularmente la interrupción de las campañas rutinarias nacionales de vacunación. Antes del conflicto, la tasa de vacunación en Siria era del 99 % y ahora está en 52 %.