Washington. (AP). Un estudio nuevo explica de qué manera cuatro pozos que inyectan al suelo cantidades masivas de agua usada en perforaciones petroleras probablemente están sacudiendo Oklahoma.
Al parecer esos pozos han ocasionado más de 100 sismos de pequeña a mediana intensidad en los últimos cinco años, según un estudio publicado ayer por la revista Science. Muchos de los sismos ocurrieron mucho más lejos de los pozos de lo esperado.
Juntos, esos pozos vierten diariamente más de cinco millones de galones de agua (19 millones de litros) a una profundidad de 1,6 a 3,2 kilómetros a formaciones rocosas, encontró el estudio. La acumulación de fluido crea más presión “que tiene que ir a algún lado”, dijo la autora del estudio Katie Keranen, sismóloga de la Universidad Cornell.
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(Foto: Reuters)
Investigadores pensaron originalmente que el agua se diseminaba lentamente a través de las rocas subterráneas. Pero en lugar de eso se está moviendo más rápido y más lejos, y accionando fallas sísmicas que probablemente ya estaban listas para moverse, señaló la especialista.
De 1976 a 2007, Oklahoma promedió cada año aproximadamente un sismo de magnitud tres o más, suficientemente fuerte para ser sentido localmente, pero demasiado débil para ocasionar daño. Pero de 2008 a 2013, el estado ha promediado anualmente 44 sismos de esa magnitud. En lo transcurrido de este año, se han registrado otros 233, dijo Keranen, quien obtuvo las cifras del banco de datos del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Las sacudidas han llevado a algunos residentes de Oklahoma a presionar para que restrinja el uso de pozos de inyección.