Washington, (EFE). El mejor amigo del hombre experimenta un sentimiento muy humano, los celos, según un nuevo estudio con 36 perros, que muestra un cambio dramático en su comportamiento cuando sus dueños muestran afecto a un canino de peluche.
El estudio, publicado este miércoles en la revista científica “PLoS One” y dirigido por la psicóloga de la Universidad de California en San Diego, Christine Harris, indica que los perros exhiben celos cuando sus propietarios acarician a un perrito de peluche, capaz de ladrar y mover el rabo. Los canes reaccionaron con gruñidos, ladridos e intentos de separar a sus dueños del rival.
Para muchos, la idea de celos es exclusiva de los humanos por su compleja capacidad cognitiva que involucra la emoción. Sin embargo, se logró mostrar que los perros también pueden expresarlo. “Descubrimos que los perros tuvieron comportamientos significativamente más celosos (...) cuando sus dueños mostraron afecto hacia lo que parecía otro perro en comparación con la atención a objetos no sociales”, señala Harris y la coautora Caroline Prouvost.
El estudio contó con canes de 14 razas, incluidos chihuahuas, Yorshire terriers, perros de Pomerania, salchicha y razas cruzadas. Se involucró sólo a perros pequeños ante el temor a que reaccionase de forma agresiva y hubiese que someterlos.
Además del peluche, el estudio introdujo un tercer objeto, un cubo con una cara pintada, al que los dueños de los perros hablaron y trataron como a un animal. Esta acción también despertó celos, aunque no tantos como el primer objeto.
Las autoras del estudio recuerdan que los celos son el tercer causante de homicidios no accidentales, de ahí la importancia de entender cómo funcionan para intentar controlar los aspectos menos saludables del sentimiento. Además, esta investigación respalda la teoría de que existe una forma “primigenia” de celos que se observa también en los bebes.