Bogotá. Poner a dieta a una vaca para disminuir el calentamiento global es una idea que puede sonar extraña. Sin embargo, el ganado vacuno es el segundo emisor más importante de gases de efecto invernadero, así afirman investigadores colombianos. Por lo tanto, aplicar una dieta especial a estos animales reduciría el gas metano que producen.
“Hicimos varios estudios en los que evaluamos distintos tipos de forrajes que se le suministran a vacas lecheras (...) y revisamos cómo la edad de la cosecha y la especie influyen en la producción de metano”, comentó el profesor Juan Carulla, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional (UN), a su agencia de noticias.
El estudio afirma que la aplicación de aceites y forrajes tiernos en la dieta y la ingesta de forraje de los rumiantes disminuyen las emisiones por unidad de materia seca fermentada, entonces la recomendación es que en lugar de usar pastos maduros, se utilicen estos alimentos. “Hemos encontrado que algunos pueden disminuir las emisiones por unidad de materia seca fermentada”, señaló Carulla.
Un ejemplo de alimento saludable es la leguminosa llamada lotus, esta reduce el gas metano en un 30%. Además, se recomienda la implementación de pastos mejorados con mayor vigor y productividad (sistemas silvopastoriles) para mejorar la calidad de la digestión de los animales.
Para el Roberto García de la UN en Palmira, se debe generar un mayor equilibrio ambiental mejorando los sistemas de pastoreo para mejorar la salud del ganado. “Debemos evitar las praderas donde solo hay pasto y promover el desarrollo de otro tipo de vegetación”, señaló.
Las vacas liberan gas metano al eructar (dos veces por minuto) y al expulsar de flatulencias. Un gran número de vacas adultas puede generar tanta cantidad de este gas para producir un incendió, como ocurrió en una granja alemana a principios de año.