Médicos de Estados Unidos practicaron una compleja operación, que anunciaron como la primera en el mundo, en la que trasplantaron el cráneo y el cuero cabelludo de un paciente de cáncer que también recibió un nuevo riñón y un páncreas durante el procedimiento.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
La cirugía a James Boysen, un desarrollador de software de 55 años, demoró 15 horas y fue realizada por más de 50 profesionales médicos, informó el jueves el MD Anderson Cancer Center en Houston, Texas.
Añadió que este histórico procedimiento convirtió a Boysen en “el primer paciente que recibe simultáneamente trasplante de tejido craneofacial junto a trasplantes de órganos sólidos”.
La operación fue realizada en el Houston Methodist Hospital y se planificó a lo largo de cuatro años, pero recién tuvo lugar el 22 de mayo de este año, 20 horas después de que los médicos fueron informados que ya estaban disponibles los órganos adecuados.
“Fue una cirugía muy compleja porque tuvimos que trasplantar los tejidos a través de microcirugía”, dijo Michael Klebuc, líder del equipo de cirujanos plásticos del hospital de Houston y quien colaboró en el trasplante de cráneo y cuero cabelludo.
“Imagine conectar vasos sanguíneos de poco más de un milímetro bajo el microscopio, con pequeños puntos de sutura del diámetro de un cabello humano, todo con herramientas que uno utilizaría para fabricar un reloj suizo”, dijo.
Boysen, un residente de Austin, fue diagnosticado con leiomiosarcoma, un inusual cáncer que ataca los músculos lisos, en su cráneo en 2006.
El cáncer fue tratado con éxito, pero dejó una gran herida en su cráneo y su cuero cabelludo.
El hombre de Texas, que también fue diagnosticado de diabetes a los cinco años, ya había recibido un trasplante de riñón y páncreas en 1992, pero era necesario renovarlos.
Pero esos trasplantes no se podían hacer debido a las heridas en el cráneo y el cuero cabelludo, y los medicamentos que Boysen tomaba para la supresión inmunológica dificultaban la reconstrucción craneal.
Los médicos resolvieron el dilema operando todo al mismo tiempo.