MOSCÚ. Rusia inició los análisis genéticos de las muestras tomadas a los restos de la familia del último zar, Nicolás II, exhumados para un nuevo estudio.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Hemos contactado con especialistas en genética de renombre mundial. Utilizaremos la tecnología y los equipos más modernos para garantizar el resultado más objetivo posible”, dijo Vladímir Markin, portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, a medios locales.
Adelantó que los análisis comparativos se realizarán “en el plazo muy breve de tiempo”, aunque estos pueden complicarse debido a que entre las muestras figura la ropa que llevaba el emperador Alejandro II, el abuelo de Nicolás II, cuando fue asesinado en 1881 en un atentado.
Tanto los descendientes como la Iglesia Ortodoxa Rusa ponen en duda la autenticidad de los restos, pero Markin insistió en que las actuales pesquisas no representan una revisión de hechos contrastados en anteriores investigaciones.
Los investigadores “no tenían y no tienen dudas sobre la pertenencia de todos los restos hallados de la familia imperial y su corte”, insistió.
El Archivo Estatal, entidad donde se encuentran ahora los restos del heredero de Nicolás II y su hermana, también subrayó que los restos hallados pertenecen a la familia imperial, pero explicó que “por respeto a la Iglesia” se optó por repetir los análisis genéticos.
La jefa de la Casa Imperial Rusa, María Románova, calificó de “acertada” y “muy importante” la reapertura del caso, ya que “hay que responder a preguntas que preocupan a mucha gente”.
Los restos atribuidos al zar, su esposa y tres de los hijos, fueron exhumados en 1991 y sepultados en la Catedral de San Pedro y San Pablo en 1998, en presencia del entonces presidente ruso, Borís Yeltsin.
Tras el cierre del caso, expertos rusos encontraron en el 2007 en un bosque cerca de Yekaterimburgo otros restos óseos que pruebas genéticas realizadas en EE.UU. confirmaron que pertenecían a dos de los cinco hijos del zar Nicolás II, Alexéi y María. Esto obligó a reabrir de nuevo la investigación y análisis de los restos de toda la familia del zar.
En octubre del 2008 el Tribunal Supremo de Rusia rehabilitó a la familia imperial al dictaminar que el zar, su esposa Alejandra y sus cinco hijos (Olga, Tatiana, María, Anastasía y Alexéi) fueron víctimas de la represión política bolchevique.
Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos fueron ejecutados por los bolcheviques el 17 de julio de 1918, en medio de la guerra civil que había estallado en Rusia tras la Revolución de Octubre de 1917, en un sótano de la casa Ipátiev de Yekaterimburgo.
Fuente: EFE