Nuestro conocimiento sobre los dinosaurios ha avanzado mucho desde que la primera de esas criaturas fue descrita en la literatura científica en el siglo XIX.
Pero, hasta el día de hoy, los paleontólogos todavía están tratando de disipar los mitos sobre estos primeros habitantes de nuestro planeta.
La tarea se ha vuelto más difícil debido a las representaciones inexactas de los dinosaurios en la cultura popular, incluida la exitosa franquicia de películas “Jurassic Park”.
Estos son algunos de los conceptos erróneos que aún persisten.
Hace unos 66 millones de años, los dinosaurios tuvieron un mal día: un gran asteroide, estimado en unos 10 km de diámetro, golpeó directamente la Tierra. El impacto, que dejó un enorme cráter enterrado debajo de la península de Yucatán, en México, creó un evento de extinción masiva.
Sin embargo, los científicos dicen que “solo” el 75% de los animales de la Tierra se extinguieron. Y algunos dinosaurios se encontraban entre los supervivientes.
“Aunque muchos dinosaurios murieron cuando el asteroide chocó, en realidad un significativo grupo de dinosaurios superpequeños y emplumados salieron adelante y todavía los vemos hoy”, le dice a la BBC el profesor Paul Barrett, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres (NHM).
“Las aves son miembros directos del mismo grupo al que pertenecían los dinosaurios”.
“Son dinosaurios vivientes y en términos de la cantidad de especies de aves vivas, hay más especies de dinosaurios hoy en día que hace 66 millones de años”.
El Tiranosaurio rex es el protagonista de la primera película de la exitosa serie cinematográfica “Jurassic Park”, estrenada en 1993, y en que aterroriza a los humanos en varias escenas memorables.
Sin embargo, la película retrata al T-Rex como una bestia con vista débil que solo podía detectar sus potenciales presas cuando se mueven.
En la naturaleza, tal rasgo está presente en animales como los anfibios, pero Barrett dice que este no era el caso de estos depredadores.
“Era probable que los dinosaurios tuvieran mucha más agudeza visual. Un estudio de hace 15 años sugiere que el T-Rex probablemente tenía la mejor visión de cualquier animal que haya existido”, asegura.
“Estar quieto frente a un T-Rex probablemente sería una de las cosas más tontas que podrías hacer”.
Del mismo modo, la película incluye una escena en la que un T-Rex deja atrás a un vehículo en movimiento.
De hecho, algunos viejos estudios estimaban que este formidable depredador podía correr a hasta una velocidad de 50 km por hora. Los simulacros más recientes y avanzados sugieren un ritmo mucho más pausado, de alrededor de 20 a 29 km por hora.
“También es importante tener en cuenta que una cosa es la velocidad máxima que puedes alcanzar y otra es la velocidad en la que puedes correr cómodamente durante más tiempo”, dice Mariana Di Giacomo, conservadora del Museo Peabody de Historia Nacional de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
“Los corredores de maratón no corren tan rápido como los corredores de velocidad y las carreras de velocidad son muy cortas porque mantener una velocidad tan alta durante períodos más largos es difícil para nuestros cuerpos”, sostiene Di Giacomo.
“Quizás el T-Rex podría correr rápido para carreras cortas, pero esto no le hubiera alcanzado para dejar atrás a un carro en movimiento”, agrega.
El T-Rex partió de este mundo decenas de millones de años antes del amanecer de nuestra especie y es poco probable que nos volvamos a encontrar pronto. Contrariamente a la premisa central de “Jurassic Park”, los científicos insisten en que los dinosaurios aún no se pueden clonar.
La principal razón es que el ADN de los dinosaurios no envejece bien.
“Hasta donde sabemos, no sobrevive por mucho tiempo”, explica Barrett.
“El ADN más antiguo que conocemos en el registro fósil tiene alrededor de dos millones de años. Y ese ADN son fragmentos de bacterias, suelo, hongos y cosas por el estilo”.
En los animales, los datos genéticos más antiguos disponibles son de criaturas que murieron hace 50.000 años, ilustra Barrett.
“No tendremos ADN de ningún otro animal o planta extintos hasta que nos acerquemos mucho más a nuestro tiempo”.
“Entonces, soy bastante escéptico al respecto”, concluye.
Di Giacomo está de acuerdo con Barrett y dice que incluso un avance científico en términos de genética de dinosaurios no significa éxito en la clonación.
“La clonación de especies que están tan lejos de nosotros en tiempo geológico es muy compleja porque hay demasiadas variables desconocidas”.
También plantea posibles problemas éticos.
“Películas como ”Jurassic Park“ y ”Jurassic World“ nos muestran todas las razones para no hacerlo ya que se centran en las consecuencias que sufrirían los humanos. Y no se habla mucho sobre la crueldad de traer de vuelta estos animales a un mundo que no se parece en nada a lo que ellos habrían visto en su tiempo”, enfatiza.
Di Giacomo explica que los avances tecnológicos les han dado a los científicos más recursos para comprender cómo vivían y se comportaban los dinosaurios.
“No todos los dinosaurios eran súper brillantes y no todos los dinosaurios carecían de inteligencia”, explica.
“Eran tan inteligentes como debían serlo para el mundo en el que vivían”.
El profesor Barrett añade que algunos dinosaurios eran “en realidad bastante inteligentes”, refiriéndose a los más pequeños que comían carne.
“Algunos de ellos podrían haber estado activos de noche para evitar la competencia con animales más grandes. Si es así, obviamente necesitas un cerebro más grande para hacer frente a la información adicional que necesitas, así como mejores sentidos del oído, la vista y el olfato”.
Durante más de un siglo, se creyó que los dinosaurios eran solitarios y brutales, y que en realidad no “practicaban” la crianza de los hijos. Luego, en las décadas de 1970 y 1980, nuevos descubrimientos revelaron que tenían un comportamiento social más complejo.
Un dinosaurio herbívoro, que se cree que vivió hace 77 millones de años, ha sido llamado Maiasaura, que significa “buena madre lagarto” en palabras de origen griego y latín.
Un estudio más reciente, publicado en la revista Scientific Reports en octubre de este año, fue aún más lejos, al sugerir que los dinosaurios que vivieron hace 193 millones de años se organizaban en manadas y alimentaban a sus crías.
“En estos días tenemos una mejor comprensión de los dinosaurios y sabemos que, al menos algunos de ellos, fueron buenos padres”, dice el profesor Barrett.
“Sí, hubo otros que no lo fueron”.
Por su parte, Di Giacomo menciona otros casos de dinosaurios que “cuidaron de los suyos”.
“Hay otras especies que han sido identificadas por tener un lado parental y eso incluye a depredadores como el Allosaurus”, asegura.
“De hecho, hay un dinosaurio, Citipati osmolskae, al que se le ha dado el sobrenombre de Big Mama (mamá grande) porque fue hallado en una posición melancólica sobre sus huevos”.