La región de Magallanes, en el extremo austral de América, es el lugar idóneo para el desarrollo de “la industria sin chimenea”, porque abarca desde la experiencia antártica hasta las expediciones de naturaleza y aventura y el llamado turismo de intereses especiales.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“La mirada del mundo está concentrada en esta región”, asegura Lorena Araya Guarda, directora regional del Servicio de Turismo de Chile (Sernatur), quien participó este martes en la Hackatón de Divulgación Científica e Innovación que se celebra en la ciudad austral de Punta Arenas con la participación de jóvenes de siete países suramericanos.
“Estamos empeñados en diversificar el turismo que llega a la región, más allá de Torres del Paine, que ha sido el icono conocido a nivel internacional por los turistas. También tenemos otras riquezas que ya se empiezan a conocer”, asegura Araya.
En efecto, en este extenso territorio de 132.291 kilómetros cuadrados (una cuarta parte de España, aproximadamente y baja densidad demográfica (164.661 habitantes, apenas 1,25 habitantes/km²), abundan atractivos naturales que atraen a numerosos visitantes extranjeros.
Cinco parques y tres reservas nacionales conforman una particular geografía donde abunda una variada flora y fauna que se reparte a lo largo de Tierra de Fuego, el Cabo de Hornos, la Antártida y el Estrecho de Magallanes, que en 2020 celebrará los 500 años de su descubrimiento.
“Los magallánicos hemos descubierto que tenemos un gran patrimonio natural y estamos emprendiendo muchas iniciativas”, señala con entusiasmo la responsable regional de turismo, impulsora de una programa bautizado con el simbólico nombre de Conciencia Turística.
“Estamos hablando de visitantes que vienen atraídos por la ciencia y con conciencia, turistas que quieren cuidar y conservar el patrimonio natural”, explica Lorena Araya.
Muchas veces, estos viajeros “tienen más conocimiento acerca de la región que quienes habitamos en ella y desean recorrer lugares por los que nosotros nunca hemos transitado”, comenta.
“Nuestro programa Conciencia Turística implica que seamos buenos anfitriones, para que cuando los visitantes se vayan, se conviertan en nuestros mejores embajadores”, añade.
Los habitantes de la Patagonia chilena ya han tomado conciencia de la importancia de vivir en un territorio privilegiado que sirve tanto para explorar el pasado como para disfrutar el presente y presenciar acontecimientos que están por suceder.
“Por eso -prosigue Araya- hemos avanzado tanto en materia de paleontología y espeleología como en otras actividades que nos permiten ver no solo las riquezas que hay sobre la tierra, sino también lo que hay debajo de ella”.
“Magallanes es la puerta de entrada a la Antártica”, enfatiza la responsable regional de turismo, agradecida también por el gran apoyo que representa el Instituto Antártico Chileno, el organismo científico que en las próximas semanas emprenderá la mayor expedición de su historia, compuesta por casi 200 científicos de una veintena de países.
“Hoy en día aún no existe una llegada masiva de turistas científicos, pero estamos convencidos de que esta actividad está llamada a convertirse en una maravillosa experiencia en el futuro”, asegura.
Fuente: EFE