Las partículas de productos químicos en el aire pueden transformarse en nuevas sustancias potencialmente más tóxicas y más persistentes, según un estudio publicado este miércoles.
El estudio, publicado por la revista Nature, analizó muestras de 18 megápolis, entre ellas Sao Paulo, Bogotá, Santiago, Buenos Aires, Lagos, Nueva York o Tokio.
La reglamentación internacional determina el grado de peligrosidad de los productos químicos en función de su persistencia, su toxicidad y el impacto en seres vivos.
Pero esa observación científica ha ignorado hasta ahora la manera cómo esas partículas evolucionan, se degradan y se convierten en nuevos productos.
Esta investigación se basa en experimentos de laboratorio y simulaciones informáticas, que indican cómo la interacción con el aire puede modificar una sustancia determinada.
El principal responsable del estudio, el canadiense John Liggio, analizó con su equipo nueve tipos de productos ignífugos que se hallan en la atmósfera.
“Se trata de productos químicos que son añadidos a una gran variedad de materiales para retrasar el inicio de un fuego”, indicó este científico de Environment Canada a la AFP.
La combinación de esos productos y su contacto con oxidantes en el aire dio como resultado 186 sustancias diferentes en laboratorio.
Al tomar muestras reales, de la atmósfera de las ciudades estudiadas, los expertos hallaron 19 sustancias provenientes de 5 productos ignífugos. Ninguna de esas nuevas sustancias habían sido detectadas hasta la fecha.
Además, esos derivados podrían ser hasta diez veces más tóxicos que las sustancias originales.
“Probablemente existen miles de productos químicos diferentes” en el aire, indicó Liggio a la AFP. Próximos estudios analizarán los productos derivados de llantas de vehículos, antioxidantes y otras sustancias.