NUEVA YORK (Reuters). Una vacuna experimental contra el ébola, similar a la que está siendo desarrollada por GlaxoSmithKline (GSK), ha sido eficaz por al menos cinco semanas en monos de laboratorio, pero requiere un refuerzo con un fármaco adicional para extender su protección a 10 meses, según un estudio publicado el domingo.
Los resultados ofrecen una primera señal sobre cuál de las vacunas contra el ébola en actual desarrollo serán eficaces y de qué forma. Johnson & Johnson (J&J) y NewLink Genetics también están entre las firmas que han acelerado sus esfuerzos para proveer vacunas y tratamientos contra el peor brote de ébola del que se tiene registro y que apareció en Africa Occidental, donde ha causado la muerte de más de 2.000 personas.
Los resultados del nuevo estudio sugieren, por ejemplo, que la vacuna de GSK, que ahora está siendo probada en voluntarios, protegerá contra una infección de ébola en el corto plazo pero podría ser reforzada para ser eficiente a largo plazo. El estudio, publicado por la revista Nature Medicine, es el primero en indicar que un régimen de vacunas produce “una inmunidad perdurable” contra el ébola, al haber protegido a los cuatro monos en un experimento por 10 meses.
La vacuna emplea un adenovirus de chimpancé, vinculado a una versión humana que causa infecciones del tracto respiratorio superior, al cual los científicos agregaron un gen del ébola. El adenovirus infecta a las células de un animal vacunado, causando que tome el gen y produzca proteínas del ébola. Eso prepara al sistema inmune para que ataque las proteínas del virus cuando ocurre el contagio.
La vacuna en el estudio anunciado el domingo es similar a los fármacos que están siendo desarrollados por GSK, que inició los experimentos en humanos el martes. Otra vacuna experimental contra el ébola usa un sistema diferente, un patógeno de ganado llamado virus de estomatitis vesicular (VSV por sus siglas en inglés). Una versión desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá y NewLink Genetics tiene previsto empezar las pruebas en humanos voluntarios este otoño boreal.