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El 2015 ha sido un año muy particular para el tema de la realidad virtual. Hemos empezado a ver muchas iniciativas, mucho contenido y muchos dispositivos a disposición de los usuarios. Pues bien, hace unos días, durante la reciente edición de la Feria de Electrónica de Consumo (CES 2016) probé la nueva versión del visor HTC Vive Pre que desarrollan en conjunto la fabricante de dispositivos móviles HTC y la creadora de videojuegos Valve. El resultado es simplemente sorprendente.
DISEÑO
Hay que dejar una cosa en claro: el HTC Vive Pre es un producto aún para desarrolladores. Es más, se trata de la segunda versión de este proyecto y las mejoras son evidentes con respecto a su antecesor.
La parte delantera cuenta con diversos sensores, así como una cámara que sirve para la interacción con el entorno real. Esta permite combinar la realidad virtual con la aumentada en determinadas circunstancias.
Tiene una serie de correas elásticas que permite asegurarse bien en la cabeza del usuario y distribuir mejor el peso. Como se trata de una versión para desarrolladores (y que además maneja una gran cantidad de información en tiempo real), tiene una serie de cables que recorren la parte central de la cabeza del usuario para luego conectarse a una computadora.
Además, trae dos controles de diseño futurista, indispensable para la interacción. Ambos con un panel táctil y diversos botones para usarse según el momento.
Todo esto estaba complementado con unos auriculares que hicieron que la experiencia fuera más realista (además de permitir escuchar las indicaciones de la persona que estaba controlando mi interacción).
DESEMPEÑO
Es muy bueno. Como señalé antes, este sistema combina realidad virtual con realidad aumentada. Así, detecta cuando podemos golpearnos con –por ejemplo- alguna pared y hacernos daño. ¿Por qué es importante esto? Porque en este sistema, el usuario deja de ser un testigo pasivo para tener una participación activa. No solo es cuestión de girar la cabeza, sino mover las manos y caminar. Se puede interactuar realmente con lo que se está viendo.
Probé el sistema con tres simuladores. Una de ellas me situó sobre un barco hundido, con peces nadando por mis costados. Podía usar mis manos para espantarlos y separar los cardúmenes. La sensación de caer si daba un mal paso al estar en la embarcación hundida fue muy verosímil, pese a que se trataba de una animación por computadoras y no imágenes reales. Lo mejor vino después cuando una gran ballena apareció de la nada, por detrás, y se acercó peligrosamente hasta donde yo estaba, casi tocándome con sus aletas.
Con el HTC Vive Pre también probé una herramienta trabajada en conjunto con Google e Intel para realizar dibujos en tercera dimensión. Crear un dibujo en el aire y luego poder verlo desde cualquier lado y hasta rellenarlo fue una experiencia inigualable. Empecé con un dibujo tradicional, pensado en dos dimensiones. Solo bastó que diera unos pasos hacia adelante para empezar a darle volumen al gráfico.
Un punto a favor más: lo usé sin quitarme las gafas y lo sentí muy cómodo. Además, el visor no generó calor y, por lo consiguiente, no se empañaron las lunas mientras los momentos en que lo usé.
CONCLUSIÓN
El HTC Vive Pre es una herramienta con muchas potencialidades, que queda a la espera de mayores desarrollos. Ofrece una experiencia muy buena, desde mi punto de vista superior a las que en la actualidad ya se encuentran en el mercado. Sin duda, se trata de un serio competidor para Oculus.