Una empresa dedicada a la bioingeniría ha diseñado un plan para combatir la extinción de los rinocerontes africanos. Estos animales son cazados por sus cuernos, debido a la creencia de la medicina natural china de que tienen propiedades afrodisíacas y hasta la facultad de curar el cáncer.Seguir a @tecnoycienciaEC!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Por ello, compañía Pembient ha diseñado una técnica para imprimir cuernos de rinoceronte en grandes cantidades. El proceso utiliza un tipo de queratina idéntica que logra no solo el mismo aspecto y el mismo olor, sino que hasta es igual en el espectrógrafo.
El CEO de la empresa, Matthew Markus, indica que han probado estos cuernos en consumidores habituales de China y Vietnam y estos han sido incapaces de distinguir el original del sintético.
El kilo de cuerno de rinoceronte alcanza los 60.000 dólares en el mercado negro de países como China o Vietnam. El plan de Pembient es producir cantidades masivas de cuerno sintético indistinguible del natural y contraatacar el mercado negro con un mercado legal. La idea es que, con el súbito aumento de la oferta, el precio de la sustancia caiga en picado y el negocio de los cazadores furtivos se esfume.
¿Una buena idea?
Sin embargo, muchos conservacionistas creen que este podría ser el golpe de gracia que acabe definitivamente con el rinoceronte africano. Los críticos aseguran que diseminar grandes cantidades de esta sustancia legitimaría su consumo y no detendría la demanda de la variante ilegal, ya que los que usan polvo de cuerno de este animal lo hacen como una muestra de estatus y no admitirían versiones sintéticas, aunque sean químicamente iguales.
Especialistas como Nguyen Van Thai, fundador de la Agencia de Defensa de la Vida Salvaje de Vietnam, aseguran que la única estrategia válida es convencer a los consumidores de cuerno de rinoceronte de que la práctica es simplemente un mito sin fundamento.
Por su parte, Matthew Markus no opina igual: “La vida de todos los animales es preciosa, pero las tradiciones también son importantes. Simplemente estamos tratando de armonizar ambas cuestiones mediante bioingeniería”.
Fuente: Gizmodo.es