El gobernador de California, Jerry Brown, firmó el lunes una ley para que todos los teléfonos inteligentes vendidos en el Estado traigan un “kill switch” (botón de emergencia) que los haga inutilizables en caso de pérdida o robo.
El proyecto de ley fue elaborado en respuesta a una “epidemia” de robo de teléfonos inteligentes en el Estado.
Aunque su alcance legal no se extiende más allá de las fronteras del estado, la ineficiencia de la producción de teléfonos con el switch sólo para California significa que se espera que el interruptor sea adoptado por todos los fabricantes de teléfonos.