El medallista de bronce en ping-pong de Río 2016, Jun Mizutani (Japón), jugó un partido frente a un contrincante poco habitual: un robot con inteligencia artificial capacitado para reaccionar ante los impactos del rival.Masayuki Koizumi, creador de robots de la empresa Omron, mencionó que esta máquina actúa tras observar el movimiento del otro jugador. Puede distinguir qué es un impacto y qué no lo es. Agregó que esta tecnología puede ser usada en diferentes contextos. “Se puede aplicar en aquellos ambientes en los que los robots trabajan con la gente en fábricas, y predecir cómo se moverán los empleados”, explicó.En cuanto al ping-pong, el hombre logró sobreponerse a la máquina. Sus creadores esperan que jugadores expertos practiquen con el robot, e incluso, se convierta en un elemento habitual en los entrenamientos.
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