Si quiere saber que es Twitch, pregúntele a algún chico de 14 años. Si no encuentra ninguno cerca, déjenos contarle que, aunque muchos no han oido su nombre, Google está a punto de adquirirlo por US$1.000 millones.
Esa cantidad de dinero no tiene sentido hasta que uno se entera de que se trata de un influyente sitio de juegos que tiene 45 millones de fieles seguidores y más tráfico que Amazon y Facebook.
Twitch le permite a la gente ver cómo otros juegan videojuegos... y si se está preguntando '¿quién querría ver a adolescentes haciendo clic toda la noche?', se le está notando la edad.
El servicio le permite a videojugadores transmitirle lo que está en sus pantallas en vivo a audiencias multitudinarias en todo el mundo. Para Google, es una de las más grandes adquisiciones en su historia.
“Google ya es dueña de YouTube y la publicidad es un gran negocio. Ahora está viendo a Twitch crecer como los hongos después de la lluvia en el espacio online de video”, le dice a la BBC Mike Butcher, editor especial de la revista online TechCrunch.
“Google estaría abriéndose camino en algo que no había hecho antes: transmisión en vivo en la web... y realmente quiere un pedazo de ese pastel”, agrega.
Twitch le abre un camino a Google en el que no había incursionado. (BBC)
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Números envidiables
Todo esto puede sonar como un negocio con unos montos absurdos de dinero involucrados. Pero las otras cantidades relacionadas con Twitch son igual de impresionantes.
El año pasado atrajo a 45 millones de visitantes al mes, lo que lo hace de lejos el más grande de su tipo.
En un punto llegó a representar el 43% de todas las transmisiones en vivo de todo internet. Como punto de comparación, YouTube representa sólo el 5%.
Pero hay otra estadística que lo hace increíblemente atractivo para los publicistas: más del 60% de sus jóvenes visitantes lo miran durante más de 20 horas a la semana. Es una cifra que envidiaría cualquier ejecutivo de televisión.
“¡Si uno hubiera dicho hace 10 años que la gente iba a sentarse a mirar a otra gente jugando videojuegos y que eso sería un gran negocio, nadie lo hubiera creido!”, exclama Butcher.
“Sin embargo hoy en día es enorme en Asia, aunque no hayamos oído mucho de Twitch en Occidente”, agrega.
“Es parte de una tendencia global más amplia: los chicos de hoy en día no miran televisión de la forma tradicional; están mirando videojuegos como sus verdaderos deportes”.
El fútbol de la generación virtual
El éxito de Twitch nos indica cómo el paisaje de los medios está cambiando. El advenimiento de los sitios de transmisión online en vivo ha llevado al estrellato a jóvenes vloggers (video bloggers), como JJ de Watford, Inglaterra. Tiene más de 8 millones suscriptores regulares, lo que lo hace muy influyente, y es un aficionado de Twitch.
“La televisión es aburrida, uno no puede escoger lo que quiere ver -le dice a la BBC-, mientras que con internet uno puede elegir lo que quiere en el momento en que lo quiere”.
Pero Twitch no sólo deja que los jugadores transmitan sus videos, es además un líder en juego competitivo, un deporte espectáculo semiprofesional que está ofreciendo premios más grandes que algunos de los principales torneos de golf.
En un campeonato mundial disputado recientemente en Seattle, Estados Unidos, el monto total de los premios superó los US$10 millones.
“Nos fascina”, dice JJ. “Y en Asia se vuelven locos con eso. Por eso es que se pueden hacer eventos de deportes electrónicos y llenar estadios y tener premios de US$11 millones... ¡es una locura!”.
Para millones de adolescentes y jugadores en todo el mundo, esto representa una gran parte de su vida cotidiana, como lo es el deporte para las generaciones previrtuales.