Romina Lozano acaba de cumplir uno de sus mayores retos: ser coronada Miss Perú 2018. Sonríe, está feliz; aunque detrás de esa sonrisa esconde un duro pasaje de su vida que espera algún día poder olvidar.
“He vivido de cerca la violencia, he sido víctima de acoso callejero”, señala la estudiante de nutrición, de 20 años de edad.
Tenía 18 años, cuando Romina fue víctima de la delincuencia. Dos sujetos armados la interceptaron en una calle de Surco para robarle sus pertenencias; pero eso no fue todo, uno de los ladrones fue más allá, la sometió a tocamientos indebidos.
“Durante el asalto, uno de los delincuentes llegó a tener cierto contacto conmigo. Fue una etapa muy fuerte. Por eso mismo estoy acá, hablando con todas (las mujeres) y uniendo fuerzas para que esto no le suceda a más personas”, comenta Miss Perú 2018 en entrevista con El Comercio.
“Todas las personas tenemos derecho a caminar por la calle con tranquilidad, a no ser violentadas por nadie. Es algo que te marca la vida, es duro, me costó superar lo que me pasó, no quería salir, ni ver a nadie. Recurrí a ayuda profesional para estar mejor”, remarca.
Pese a sus temores, Romina denunció el hecho en la comisaría. “Tuve que sacar fuerzas de donde sea para no ser cómplice de algo que marca tu vida. No me callé”, agrega.
Este año, el Miss Perú dio un radical giro. Las 23 peruanas que participaron en el concurso en lugar de dar las medidas de sus cuerpos, utilizaron esta oportunidad para emitir cifras y porcentajes recogidos como consecuencia de la violencia contra la mujer.
“Se quiso mostrar la problemática tan grande que tenemos y que, espero, algún día podamos erradicar”, refiere Lozano, para luego dirigirse a las mujeres víctimas de violencia.
“Me he puesto la corona para ayudar a aquellas mujeres que no tienen voz, ahora yo soy su voz. No nos debemos dejar vencer por nada, debemos denunciar”, subrayó.
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Romina Lozano fue elegida Miss Perú Universo el último domingo, en un certamen que congregó a 23 bellas mujeres de diferentes partes de nuestro país. Representó al Callao.