Ben Affleck, quien abordó el tema del islam en “Argo”, película que le valió el premio Oscar en el 2012, participó de un acalorado debate televisivo sobre los musulmanes en el programa de Bill Maher.
Todo comenzó cuando el presentador de TV, con el respaldo del filósofo Sam Harris, aseguró que los liberales fallaban cuando se discutía sobre temas como la homosexualidad, el trato a las mujeres o el mundo musulmán.
Luego Harris aseguró: “El punto crucial de la confusión es que cada crítica a la doctrina del Islam se nos vende ahora como islamofobia y eso es intelectualmente ridículo”. Entonces Affleck arguyó molesto que eso implicaba negar la existencia de la islamofobia. Harris le dijo que entendía la diferencia entre criticar a la persona y sus creencias y añadió: “Ben, uno tiene que poder criticar las malas ideas y, en este momento, el islam es la más grande de las malas ideas”.
Aunque el público presente aplaudió a Harris por esta frase, Affleck replicó molesto: “¡Jesús! Eso no es así. Es una cosa muy fea de decir”.
Nicholas Kristof, columnista de “The New York Times”, que también estuvo presente, intervino para decirle a Harris y Maher que estaban dando una “pintura incompleta”. “Es cierto que hay muchos fanáticos y yihadistas son musulmanes, pero también gente como Malala, Muhamed Alí...”, dijo Kristof antes de ser interrumpido por Affleck con un: “O qué tal los millones de personas que no son fanáticas, que no golpean mujeres, que solo quieren ir a la escuela, comer unos sánguches, rezar cinco veces al día y no todas esas cosas que tú dices que todos los musulmanes hacen”.
Maher le recordó luego que no se trataba solo de “unas cuantas manzanas podridas” cuando se hablaba del Islam. “Es la única religión que actúa como la mafia. Maldita se, te matarán si dices algo equivocado, dibujas la imagen errónea o escribes el libro incorrecto”.
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