Un amigo de Dev (Aziz Ansari) le toma el pelo al decirle que su mayor conflicto existencial se reduce a no tener una buena señal de Wi Fi en Nueva York. En este mismo episodio de “Master of None”, la soportable (y agradable) levedad del ser y del humor se contrasta con otros hechos más dramáticos e introspectivos, siempre relatados bajo el prisma de la ironía: una secuencia viaja en el tiempo para narrar la dura vida de los padres de Dev en la India y su decisión de emigrar a Estados Unidos. En “Master of None” (maestro de nada), los dilemas de un treintañero inmerso en la era de Google, los desencuentros generacionales y los sarcasmos sobre su ascendencia india o los estereotipos raciales son una marca registrada. Nadie sabe nada: Internet y el smartphone son una ilusión.
El humorista Aziz Ansari da la cara en este proyecto en el que actúa, escribe los libretos y hasta dirige. El sello del mejor ‘stand-up comedy’ se nota. Más de un capítulo de “Master of None” está endiabladamente bien escrito. Fluyen los certeros chistes sin sentido o ‘freaks’: Dev y su amigo se preguntan si no sería genial que exista una aplicación que sea capaz de adivinar lo que queremos comer. También desfilan esos temas que empatizan, tocan carne y desvelan a todos: el amor, el sexo, la convivencia de pareja, los hijos, la vejez o los vaivenes profesionales (Dev es un extra de comerciales que quiere crecer como actor). Una ruptura sentimental golpea a Dev, por lo que él decide pasar una temporada en Italia. En este punto empieza la segunda temporada de “Master of None”, que acaba de ser estrenada por Netflix.
Tomar un legado y renovarloEl título de “Master of None” es tanto un signo de los tiempos (los sobreinformados y ansiosos ‘millennials’ ignoran muchas cosas) como un guiño. Acaso la referencia más evidente sea “Seinfeld”, la serie que la rompió en los años 90, que se jactaba de ser una comedia sobre la nada y que se escapaba de la grandilocuencia como si esta fuera el apocalipsis. Pero “Seinfeld” fue una prodigiosa ‘sitcom’ (comedia de situaciones) que se grababa solo en interiores. “Master of None” refina y actualiza sus procedimientos. La creación de Aziz Ansari y su equipo se lanza a las calles y tiene un aire de independencia y verismo que le da naturalidad. Ansari hasta hace que sus padres en la vida real interpreten a los padres de su personaje en esta ficción, con el fin de darle autenticidad a esa singular forma de ser de los indios instalados en EE.UU. Con humor, “Master of None” dialoga de manera estupenda con la actualidad mediante su retrato de las minorías étnicas en un mundo digital, globalizado y convulsionado. Ante la incertidumbre, la risa es siempre bienvenida.
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