Hacer una serie de televisión basada en el argumento de una fracasada película parece una idea descabellada. Sin embargo, para Joss Whedon, retomar un proyecto que, según sus palabras, se había alejado del guión que él originalmente escribió, era un reto que debía tomar. Para marzo de 1997, ″Buffy, la cazavampiros” era estrenada en WB Television como una historia de doce capítulos que si bien mantenía la idea de la adolescente elegida por el destino para luchar contra demonios y vampiros, esta no sería para nada como su antecesora.
Dirigida, escrita y producida por Whedon (“Avengers”, “Agents of S.H.I.E.L.D.”, “Justice League”) junto a David Greenwalt y Marti Noxon, esta versión televisiva de “Buffy, la cazavampiros” protagonizada por Sarah Michelle Gellar, inicia su historia con el capítulo piloto llamado “Welcome to the Hellmouth” (Bienvenido a la boca del infierno).
En este episodio de apertura, Buffy con 16 años de edad, llega a Sunnydale dispuesta a olvidar su papel de cazadora y dar inicio a un nuevo año escolar como cualquier adolescente de su edad. Lo que no sabe ella es que la ciudad en la que vive ahora es como reza el título, la misma boca del infierno, un lugar infestado de fuerzas demoníacas y vampiros.
Hasta esta parte de la historia, parecería que nos encontramos con el ya usado argumento del superhéroe que debe vivir una doble vida para poder salvar el mundo. Pero no, “Buffy, la cazavampiros” es más que eso.
LA ELEGIDA
“En cada generación una cazadora nace con la fuerza y destreza para cazar vampiros y evitar que rieguen el mal”, con esta frase, el señor Giles (Anthony Steward Head), el bibilotecario del colegio Sunnydale y al mismo tiempo el elegido para entrenar a Buffy, trata de explicarle a su alumna la gran responsabilidad que tiene sobre sus hombros, pero ella le responde que solo desea ser una chica normal.
Esta crisis existencial de Buffy será una constante en toda la serie. Crecer aceptando la misión que el destino le impuso por ser la elegida y al mismo tiempo tratar de tener una vida normal que muchas veces puede resultar tan aterradora como el apocalipsis mismo.
Y es precisamente la forma en cómo Whedon abordó esta “vida normal” de Buffy, lo que convirtió a la serie en un producto popular a fines de los noventa y lo que es ahora: una obra de culto.
Si bien “Buffy, la cazavampiros” giraba alrededor de demonios, vampiros y seres sobrenaturales, la verdadera fortaleza de la serie radicaba en el poder femenino de su protagonista, en sus luces y sombras, en sus miedos y fortalezas a pesar de los poderes que pudiera tener.
Lo sobrenatural de la historia, por tanto, es más que nada una excusa que se convirtió en un símbolo del infierno que puede llegar a ser la adolescencia, el colegio y el inicio del mundo adulto.
LA SCOOBY GANG
Pero este infierno interno no solo lo vive Buffy sino el resto de sus protagonistas. Al ya mencionado señor Giles, se sumarán Xander Harris, un tipo algo torpe pero noble, Willow Rosenberg, una nerd con aspiraciones de bruja, Cordelia, la chica linda pero medio cruel de la escuela y Ángel; el vampiro con alma que no tardará en enamorarse de la elegida.
Los cinco personajes, conforme avance la trama, se volverán piezas clave en la vida de la cazadora, tanto en lo personal como en la lucha que emprenderá esta para salvar el mundo.
En “Welcome to the Hellmouth”, Buffy junto a la Scooby Gang, que es como se llamará en adelante a su grupo de amigos, conocerá la existencia de El Maestro, un vampiro antiguo y poderoso que pretende tomar Sunnydale. Buffy lo quiera o no, comienza a partir de ahora a asumir su misión en este mundo.
Sin entrar en spoilers, el episodio piloto de “Buffy, la cazavampiros” parece algo lento pero al mismo tiempo, se preocupa por hacer entender al espectador el universo en el que se envuelve esta historia. ¿Quién es Buffy? ¿Qué es una cazadora? ¿Qué pasa en Sunnydale? ¿Por qué es importante cazar? Además de presentarnos al detalle la esencia de cada personaje, algo que el equipo de Joss Whedon hacía muy bien.
Quizás para el espectador que no conozca a “Buffy, la cazavampiros”, las peleas podrían parecerle algo caricaturescas y hasta torpes; pero conforme avanza la trama, estas tomarán forma y ritmo.
EL BUFFYVERSO
Dejando de lado el primer episodio, a lo largo de la primera temporada veremos cómo se resuelve poco a poco la historia de ‘El maestro’ mientras que en paralelo, Buffy y compañía resolverán como si de investigadores se tratase, casos tan misteriosos como el de la porrista bruja, la marioneta maldita, las pesadillas que se hacen realidad, entre otros.
Se tratan de episodios que combinan el misterio, el terror y lo sobrenatural con un toque de humor bien llevado por los personajes de la serie. Asimismo, hay que destacar el sarcasmo de Buffy en muchas escenas donde el drama está a mil y en medio de muchas de sus peleas, dejando de esta manera en ridículo a varios de sus muertos vivientes.
Conforme avanzan las temporadas, el Buffyverso, como se le conoce al universo ficticio de la serie que comparten los fans, dejará algo de lado las historias de terror y misterio que vemos en los primeros episodios para profundizar en la trama de cada personaje y en los demonios internos que cada uno lleva dentro de sí.
Es ahora entonces, cuando el amor entre Buffy y Ángel, representado por un romance imposible de ser, pondrá entre la espada y la pared a la cazadora, quien deberá elegir entre lo que “debe hacer” y lo que siente.
A su vez, la vida escolar ahora llevada a la universidad, traerá consigo otro tipo de retos y experiencias propias de esa etapa como son la sexualidad, la violencia de género, el acoso escolar, los retos profesionales, las decepciones amorosas, las consecuencias de nuestros errores y hasta la reacción a la repentina pérdida de un ser querido.
En “Buffy, la cazavampiros”, cada personaje, por más secundario que sea, tenía una razón de ser. Lo mismo sucedía con con cada episodio, cada uno parecía estar perfectamente pensado para que al final todas las temporadas encajen y sean parte de un solo universo.
Si se trata de resaltar algún episodio, es imposible no mencionar “Hush”, el décimo de la cuarta temporada. En este, unos seres de otro mundo llegarán a Sunnydale con el fin de robar siete corazones. Para ello, dejarán sin voz a toda la ciudad.
El episodio fue escrito y dirigido por Joss Whedon y fue el único de la serie en ser nominado al Emmy del 2000.
Otro episodio a destacar es " El cuerpo", el decimosexto de la quinta temporada. En este, Buffy y sus amigos deberán afrontar el peor de los dolores: la muerte de un ser cercano a todos ellos.
Sin duda, el episodio más crudo, humano y realista de la serie con diálogos, silencios y actuaciones dignas de aplaudir.
Ya para la sexta temporada, Whedon quiso darse el gusto de hacer un musical con el elenco de la serie y tras escribir, componer y dirigir el episodio estrenó “Once More, with Feeling”. En este, todo Sunnydale ha caído bajo un hechizo que los hace cantar sus diálogos.
Lejos de parecer extraño, este episodio, desde la música, marcará el destino de varios de los miembros de la Scooby Gang.
Como punto final, es preciso mencionar el soundtrack de la serie. Si bien “Buffy, la cazavampiros” contaba con un grupo de compositores propios, muchas bandas de la época, en su mayoría pequeñas, tuvieron la oportunidad de tocar en el Bronze (el bar donde se reunían los personajes).
Y otros, ya más recorridos como Sarah McLachlan y Michelle Branch, aportaron con su música en capítulos claves de la segunda y sexta temporada.
CALIFICACIÓN
★★★★★
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