Hecho 1: Una gran polémica ha generado la contratación de Sofia Mechetner, la nueva musa de Dior. La adolescente –14 años– de Tel Aviv, firmó un contrato por dos años con la marca y desde que estampó su rúbrica, las opiniones de este fichaje no se han hecho esperar. Su procedencia es humilde y de hecho, Sofia aprovechó su constitución genética (1,77 de estatura y un rostro etéreo) para presentarse a una agencia de modelos que le consiguió viajar a París. No obstante, fue rechazada para modelar en pasarela debido a su corta edad. Aquí el asunto es curioso porque precisamente Francia no cuenta con legislación que reglamente la participación de modelos menores de edad en pasarelas. De hecho, Estados Unidos y Londres sí establecen una edad mínima de 16 años.
Sofia y su agente paseaban por París luego de aquel rechazo y entraron a una tienda de Dior donde, aunque usted no lo crea, estaba el mismísimo Raf Simons, cabeza creativa de la marca, que quedó impactado por la niña y la contrató para su presentación de Alta Costura. Dicho desfile es uno de los más esperados, importantes y vistos. Para muchos expertos no solo es la plataforma del lanzamiento de nuevas tendencias, sino de nuevos rostros en la industria de la moda.
Su debut fue la apertura del desfile, nada más y nada menos (algo que Sofia no supo hasta horas antes). La chica abrió el desfile en una túnica relativamente transparente y los activistas pusieron un grito en el cielo, ya que consideraron que se trataba de un retroceso en los avances de la industria para proteger a las menores de edad. Hecho 2: Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford, que en realidad parece su réplica en miniatura, también acaba de firmar un contrato con Img Model y fue la imagen de una sesión de fotos para Vogue Italia.
Hecho 3: Lily Rose Depp tiene 16 años y dos padres archifamosos. Su madre Vanessa Paradis, actriz y música, fue musa de Chanel. Se sabe que Karl Lagerferd en persona escogió a Lily Rose como el nuevo rostro de su línea de anteojos, algo que su padre, el actor Johny Depp condenó debido al tono sexy de las fotos.
¿Qué pasa con la industria de la moda? Si bien es cierto que las contrataciones de menores de edad no son una novedad, lo que sí es que el hecho de que existan no significa que están bien. Las legislaciones actuales que regulan el trabajo de menores en la industria tienen justificaciones de peso.
Primero está el hecho de que se estima que las niñas menores de 16 años deberían de estar en el colegio terminando su educación escolar en vez de en tacos, maquilladas y luciendo ropa para mujeres mayores.
Segundo porque se considera que al menos a los 16 años estas chicas se encuentran más sólidas emocionalmente para cargar el estrés que una semana de la moda conlleva, así como la presión que genera ser una imagen de marca. Eso sin mencionar que además se encuentran más maduras para lidiar con la cantidad de dinero que ganan (Sofia firmó su contrato con Dior por 265 mil dólares y piensa comprarle una casa nueva a su mamá, que es soltera, tiene dos hijos más y hoy comparte un espacio enano con su familia).
Yo creo que ni a los 14 ni a los 16 tienes la madurez necesaria para insertarte en un círculo tan exigente como este. También que contratar a niñas con cuerpos de púberes como modelos de ropa de adultos vende una fantasía que se escapa de cualquier estándar normal. Como diría Diana Von Fürstenberg: «en los cuerpos de estas chicas no hay caderas ni senos, las curvas que definen a una mujer. Muchas modelos mantienen muchas dificultades para mantener este cuerpo de adolescente cuando van creciendo y entran a la madurez, lo que les provoca hábitos alimenticios poco saludables». Y no solo a las modelos, sino a todas las niñas que se desarrollan observando a estas chicas como imágenes de moda y quieren ser como ellas. Tal vez sea hora de empezar a crecer.