Recorrer la noche Belgrado implica conocer desde la esencia más tradicional de la vida social serbia, con su amor por la charla regada de aguardiente, a los bares más modernos de la ciudad, en los que la fiesta sigue hasta el amanecer en los clubes flotantes del Danubio y el Sava.
Ese paseo nocturno comienza buscando en la bohemia calle Skadarlija alguna vieja kafana, el tradicional centro de la vida social serbia y punto de encuentro con los amigos. La kafana es una institución casi de culto en Belgrado . Estos locales son, desde hace siglos, un lugar de reunión donde los amigos hablan y polemizan sobre lo divino y lo humano, en charlas que se enardecen a la medida en que se multiplica el trago.
El primer foco de la ciudad dio su luz en una kafana; allí fue proyectada la primera película; se estableció el primer Correos; se ubicaron embajadas; incluso el Parlamento llegó a celebrar sus sesiones en una kafana.
“Eran los únicos sitios tan espaciosos”, explica a Efe Goran Markovic, director del proyecto turístico Go2Serbia. “Ahora en las kafana se suelen cerrar negocios”, añade.
CÓMO RELAJARSE “A lo largo de cientos de años siempre cargados de problemas, la principal preocupación de los belgradenses ha sido cómo relajarse. La forma más adecuada es en las viejas kafana, con comida serbia y balcánica, buena cerveza, vino y bebidas fuertes como aguardiente serbio“.
La cena en estos locales no empieza antes de las 19.00, con entrantes de jamón, quesos ahumados de distintos tipos, “kajmak”, un tipo de pasta de leche, o “ajvar”, una ensalada de pimiento tostado. Para acompañarlo, se puede optar por alguno de las 500 clases de rakija (aguardiente) que hay en Serbia.
Aunque el de ciruela es considerada la bebida típica, los hay de todo tipo, desde la manzana a la pera, al membrillo y el albaricoque, pasando por las distintas frutas del bosque, setas o hierbas aromáticas.
Da igual el que se elija. Todos entonan el ánimo, sobre todo en compañía de la música nacional en vivo, en la que destacan los instrumentos de cuerda.
DE FIESTA Ya con el ánimo a tono, es el momento justo para trasladarse a uno de los numerosos bares de la cercana calle de Strahinjica Bana, aun popularmente llamada Silicon Valley, porque hace décadas era la zona en la que bellezas reforzadas con silicona buscaban atraer la atención de hombres que acudían en autos de lujo. En los locales de esta zona de Belgrado se puede escuchar desde rock a funk, de electrónica a RB, en un ambiente que no decae en toda la semana.
“Lo más interesante es que hay tanta gente en los bares también en los días laborales”, declaró Markovic, que agregó que los viernes y fines de semana por la noche están repletos. Tras la escala en los bares de moda, la culminación de una buena diversión en esta ciudad es ver amanecer desde alguno de los locales flotantes que se suceden en las orillas de los ríos Sava y Danubio.