Una ruta alternativa para redescubrir Buenos Aires, la capital que lo tiene todo

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Conocida también como el París de Sudamérica, admirar Buenos Aires resulta una suerte de viaje en el tiempo. Por ello, te recomendamos que inicies el día con un tour guiado diferente: visitar la fábrica del teatro Colón, donde aún se conservan trajes, escenografías y accesorios de puestas en escena históricas. Ubicada en el barrio de La Boca, el costo de esta experiencia es de 8.000 pesos argentinos (un aproximado de 32 soles), y las entradas se reservan vía web en teatrocolon.org.ar.

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Continúa el itinerario volviendo al centro de la ciudad. A una cuadra de la Plaza de Mayo, en Alsina 500, encontrarás una verdadera reliquia de Argentina: la Librería de Ávila, antes conocida como la Librería del Colegio, fundada en 1785 y reconocida como la primera librería de todo el país. Por sus pasillos, conservados hasta hoy con estilo clásico, desfilaron revolucionarios como Belgrano y Castelli, logrando incluso ser considerada Patrimonio Histórico de la ciudad de Buenos Aires.

Antes de dejar el centro, da unos pasos a la estación de subte más icónica de la ciudad, que, coincidentemente, se llama Perú. Situada entre la Av. De Mayo y Perú, esta estación perteneció al primer tramo de la línea A del subterráneo, inaugurado en diciembre de 1913. Aquí aún reposan azulejos publicitarios de época, boleterías antiguas y luminarias retro. Vale la pena tomarse una fotografía en el lugar.

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PARA CHUPARSE LOS DEDOS

Buenos Aires es también el sitio ideal para engreír el paladar. A la hora del almuerzo, te recomendamos visitar La Brigada, parrilla en San Telmo con más de 30 años de excelencia. Este espacio, además, resalta por volver popular el “corte con cuchara”, demostrando que sus carnes son tan tiernas como deliciosas.

Ya satisfecho, anímate a visitar los jardines y la laguna de El Rosedal, ubicada entre las avenidas Sarmiento y del Libertador. Aquí, aconsejamos aguardar al atardecer para capturar postales inolvidables. Puedes pasear también en bote o bicicleta, además de hacer picnics.

Al final del día, lo más importante es desconectar en una de las ciudades más hermosas de Latinoamérica. //