¿Cómo se hace para visitar 201 países y territorios sin tomar un avión? Hay que preguntarle a Graham Hughes.
Este inglés, nacido en Liverpool hace 34 años, busca esta semana que el Guinness World Records lo reconozca oficialmente como el primero en lograr tal hazaña, algo absolutamente increíble, asegura.
Necesitó 1.426 días y recorrió 257.000 kilómetros.
Filmó su estadía en cada país y la semana pasada divulgó en You Tube un video llamado One Second Every Nation (Un segundo Todas las naciones), que ha sido visto más de 360.000 veces, para publicitar su travesía.
SABÍA QUE LO PODÍA HACER Con un presupuesto de US$100 a la semana, Hughes se lanzó a la aventura el 1º de enero de 2009 y la completó a fines del año pasado. Lonely Planet, National Geographic y la BBC han transmitido distintas partes de su viaje, pero no le dieron apoyo financiero.
Siempre quise visitar todos los países del mundo, le dice a BBC Mundo en conversación telefónica.
Hughes viajó en 2002 a India, al sudeste asiático y por América del Sur de mochilero y conociendo a locales.
Me inspiré a viajar sin volar para pasar más tiempo con la gente local, sabía del récord y también para tener en cuenta el impacto ambiental, explica.
Quería probar que se podía hacer, la gente me decía que era imposible. Hice mis investigaciones y me di cuenta que era posible. Sabía que lo podía hacer, agrega.
Armado con su inglés, un poco de francés y otro tanto de español, salió a recorrer el mundo. El lenguaje de los gestos fue fundamental, y dice que donde más sintió la barrera del idioma fue en China y en Rusia.
Pero quizá el mayor desafío fue el agua. Cruzar océanos y mares sin volar.
Necesitó dos años para recorrer 184 lugares y otros dos para llegar a los 17 restantes, 16 de ellos islas y el otro Sudán del Sur, un país que no existía cuando comenzó su viaje.
Las Islas Seychelles, en el océano Índico, fueron las más complicadas de acceder por el riesgo de un ataque de piratas somalíes. Necesitó siete intentos. Y finalmente llegó en un barco de carga.
FE EN LA HUMANIDAD Tras casi cuatro años viajando dice haber vuelto con la fe en la humanidad recuperada. Aprendí que no se debe juzgar a la gente por los actos de sus gobiernos, agrega.
Por error, estuvo preso en República del Congo y en Cabo Verde, y nunca lo robaron.
Pasó menos de un minuto en el Vaticano y hasta ocho meses en Australia, recuerda especialmente a Palau, Egipto, Irán, Tailandia, Bolivia y Perú, y a América Latina en general.
La gente allí es increíble, hay un ambiente positivo, asegura.
Hughes dice que la vuelta a la normalidad, a su trabajo como director de videos, le ha resultado interesante, y cuenta que ya tiene otros grandes planes, pero no está autorizado a hablar de ello.
Ya le envió toda la documentación necesaria, incluidos cientos de recibos de viajes en transporte público, a la organización Guinness World Records.
Guarda cuatro pasaportes cargados de sellos y visas, y mientras espera la decisión sobre su récord, aclara: No hay lugar como casa: Liverpool.