¿Alguna vez te has imaginado qué sucedería si un pasajero fallece en pleno vuelo? ¿Cómo se resolvería tan delicado problema? ¿Cuál sería el protocolo a seguir por los tripulantes? ¿Dónde dejarían el cadaver hasta que el avión aterrice?
La aerolínea británica British Airways intenta resolver todas estas interrogantes en su nuevo programa de enterenamiento, en el cual destaca una peculiar directiva a sus empleados: no dejar pasajeros muertos en el baño del avión, según informa el diario The Independent.
Este nuevo “manual para tripulantes” se difunde a modo de documental y en él, un instructor principal brinda una serie de recomendaciones tan singulares como “no colocar los cadáveres en los inodoros, debido a que es poco digno y no estará atado durante el terrizaje”.
“Algunos optaríamos por colocarlos en sus respectivos asientos. Conozco a un miembro de la tripulación que tuvo que sentarse al lado de alguien que falleció durante el resto del vuelo. En ese caso, lo recomendable sería cubrirlos con una manta”, explica una de las instructoras al diario británico.