Tener un vuelo demorado es algo que suele pasar cuando decides viajar en avión. Pero quedarte varado en un destino diferente al que tenías en mente por un problema técnico, puede convertirse en un gran inconveniente para tus planes. A menos que te toque un capitán como el de esta historia.
Gerhard Bradner es el piloto de una aerolínea de EE.UU. que decidió comprar pizzas para los 160 pasajeros a bordo del avión que comandaba, el cual tuvo que ser desviado debido a las inclemencias del tiempo, según informa el portal Sky News.
El vuelo de Frontier Airlines viajaba desde Washington DC hacia Colorado, pero debido a una gran tormenta fue redirigido a Cheyenne, Wyoming, lo cual generó una hora de retraso y la evidente molestia de los pasajeros.
Bradner decidió resolver el inconveniente ordenando 35 pizzas en un restaurante local para compensar la molestia y evitar que se generen mayores altercados por el inesperado cambio de ruta, lo que generó estruendosos aplausos en la cabina.
“Si surge la necesidad de tener que cuidar a tu familia, también hay que hacerse cargo de tus propios pasajeros. Son mi responsabilidad desde el mismo momento en que ingresan a la aeronave hasta que se bajan del avión”, explicó el piloto a una estación de radio de Denver.