La cocina latinoamericana es rica en sabores, ingredientes, aromas y colores. Al igual que su gente, la culinaria regional es un símbolo de la fusión y el encuentro cultural entre las raíces indígenas y los aportes de la conquista europea.
En este viaje, en su mayoría, encontramos guisos y potajes contundentes, con mucho color y toques especiados, picantes. Los elementos comunes saltan a la vista y despiertan el apetito. Ahí están, por ejemplo, los frejoles, los ajíes y chiles, el plátano o maduro y el arroz. Todas estas propuestas gastronómicas tienen además elementos similares respecto de nuestra laureada cocina peruana, por lo que no tienen pierde para el estómago nacional.
En el encuentro de dos culturas y en las tradiciones locales de cada país surgen algunas delicias que, simplemente, no se puede dejar de probar. Así que a alistar maletas y preparar el apetito: la mesa viajera está servida.
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