Son cuatro departamentos del Perú en los cuales se divide el territorio del Parque Nacional Cordillera Azul, conocida por ser una de las más grandes del país y la única que tiene selva virgen aún sin descubrir.
Cuenta con diferentes puntos de entrada desde San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco. Todo con el fin de cuidar a sus especies endémicas, a sus 530 comunidades y a toda su flora y fauna. En total un territorio de más de un millón de hectáreas.
-Belleza natural. El mirador más conocido es el Chambirillo, este ofrece vistas espectaculares de todo el bosques. Además de chazuta, enormes mesetas triangulares de hasta 7 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho. Ambos son puntos donde puedes observar la Cordillera Azul en todo su esplendor.
-Atractivos turísticos. El Cerro Manashahuemana y la collpa de guacamayos se encuentran en el río Pisqui. Desde ahí se puede ver impresionantes figuras entre el cielo, el agua y el verde del bosque. En los miradores es posible ver el amanecer, lo cual es bastante asombroso realizarlo en medio de la selva.
-¿Por qué se llama así?. Antes de ingresar a la Cordillera Azul, notarás una línea del mismo color que divide la sombra de los cerros con el cielo. Esta se dibuja en toda su extensión y desde Ucayali es más vistosa.
Es ahí desde donde procede este color y nombre tan llamativo, se conoce que el cielo refleja a las lagunas y ríos del territorio.
-Ingreso limitado. Ingresar no es fácil. Primero debes contactarte con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) para solicitar la tarifa y los permisos. De tal modo se evita la deforestación, se cuidan los recursos de pesca, arboles y más.
-Cuidados personales. No es posible hacer un “full day” en el lugar. Lo recomendable es quedarse más de tres días para conocer la mayor cantidad del parque y disfrutar la aventura. Del mismo modo, siempre debes ir con un guía, bloqueador, lentes de sol, agua y un pequeño botiquín.