Los incas son mundialmente conocidos por la ciudadela de Machu Picchu. Además de su belleza, el sitio arqueológico es la mejor muestra del conocimiento que los antiguos peruanos tenían de la arquitectura.
Al igual que la ciudadela, el Qhapaq Ñan es otro importante vestigio inca que acaba de cumplir un año de haber sido nombrado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se trata de la red de caminos que se usaron para unir todo el Tahuantinsuyo desde Colombia hasta Argentina pasando por Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.
Pero la importancia de estos caminos no radica solo en su historia sino en lo que representa para nuestro país incluso hasta nuestros días. “Algunas de las vías siguen siendo usadas hasta hoy por las comunidades cercanas. Es un patrimonio que se mantiene vivo y nos permite estar en contacto estos pueblos”, explica a ¡Vamos! Giancarlo Marcone, coordinador general del Proyecto Qhapaq Ñan.
Marcone destaca el papel de estos caminos en la relación entre nuestro pasado y la actualidad. “Muchas veces la historia tradicional se pinta como un quiebre entre lo andino, la colonia y lo que somos actualmente. Pero hay aspectos como el Qhapaq Ñan donde no existe ese quiebre pues seguimos creciendo sobre el mismo pasado y representa la unidad entre tanta diversidad”.
Si bien gran parte de los caminos más conocidos de esta gran red se encuentran en Cusco, hay otras secciones que pueden representar un enorme potencial turístico para el país. Por ejemplo la ruta que pasa junto al Lago Titicaca en Puno o el tramo entre Vilcashuamán y Pisco. Incluso muy cerca de Lima se puede apreciar parte de este camino que venía desde la sierra central y culminaba en el sitio arqueológico de Pachacamac.
De los 60 mil kilómetros que componen el Qhapaq Ñan, casi la mitad recorren el territorio peruano. Son aproximadamente 23 kilómetros de caminos los que tenemos en Perú incluyendo el punto más importante que es el Cusco. Y aunque ahora estas rutas sean las preferidas por los amantes del trekking, el plan del Proyecto Qhapaq Ñan según Marcone es recuperar aquellas vías alternas para atraer más visitantes y colaborar con el desarrollo de las comunidades locales a través del turismo.