CARLOS HURTADO DE MENDOZA
El Cusco es el principal destino turístico del Perú, pero su único aeropuerto internacional, el Velasco Astete, se halla casi al tope de su capacidad. La situación preocupa a los empresarios de la Ciudad Imperial y de todo el país, porque sin un terminal aéreo con espacio suficiente, ¿cómo se puede cumplir con el objetivo de alcanzar los dos millones de turistas en el Ombligo del Mundo?
Las estadísticas del año 2012 que reporta la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) para el Velasco Astete demuestran que arribaron 954.586 visitantes al Cusco. En total, el tráfico aéreo (arribos y partidas) que movilizó el destino sureño alcanzó los 1,88 millones de personas. Sin embargo, para medir el movimiento económico que gana el Cusco es más preciso utilizar la cantidad de llegadas, sin considerar las partidas.
Sobre la base de los arribos, el presidente de la Cámara Regional de Turismo del Cusco (Cartuc), Roger Valencia, estima que el actual aeropuerto solo podrá crecer 30% más que lo conseguido el año pasado si sus administradores sacan el máximo provecho a la redistribución de horarios y si se realizan obras de ampliación en las rampas de embarque y desembarque de equipajes, así como en el terminal de pasajeros.
La proyección de Valencia implica que el terminal aéreo cusqueño llegue a los 1,2 millones de pasajeros recibidos. Este sería el máximo provecho que se le podría sacar a su infraestructura, sin tomar en cuenta la operación de vuelos nocturnos hacia la base, un tema que genera mucha controversia entre los pobladores del principal destino turístico del país.
Como se recuerda, en octubre del 2012, Corpac concursó por la buena pro para concesionar la colocación de luces de balizaje (necesarias para operaciones nocturnas) en el Velasco Astete. La obra fue entregada al consorcio Akstarcom, Imesapi Callao y Cobra, pero el concurso fue impugnado por uno de los postulantes perdedores. El proceso se estancó, además, porque la mayoría de la población de los distritos aledaños al terminal está en contra de estos vuelos; justifican su negativa aduciendo contaminación sonora.
EL PLAN DE AREQUIPA ¿Qué pasará con la Ciudad Imperial cuando su único terminal aéreo alcance los 1,2 millones de visitantes? Los empresarios en la zona sur del país creen que el Cusco perderá piso frente al aeropuerto de Arequipa, que si bien llegó a los 561.210 arribos el año pasado lejos todavía del Velasco Astete, sí tiene mucho más proyección que su vecino, debido a que puede operar de noche (de hecho, ya lo hace) y está unos mil metros más cerca del nivel del mar, lo que en aeronáutica cuenta, porque da opción a las naves a cargar más pasajeros. Una mayor altura, en cambio, evita que las aerolíneas usen su máxima capacidad de asientos.
El Cusco tiene una salida: el aeropuerto internacional de Chinchero, que debe comenzar a construirse en el 2014, recuerda el titular de Cartuc.
Efectivamente, según Joan Rojas, director general de la consultora española Advanced Logistics Group (ALG), que fue contratada por Pro Inversión para evaluar la factibilidad de Chinchero, apenas inicie operaciones, el nuevo aeropuerto trabajará con 2,5 millones de viajeros, cerca del doble de tráfico que alcanza el Velasco Astete a casi el 100% de su capacidad.
El problema para los cusqueños es que eso ocurriría en el 2020. Sin embargo, esta meta está condicionada a que Chinchero se comience a edificar desde el 2014.
Frente a este escenario, el gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai), Carlos Gutiérrez, cree que inevitablemente Arequipa superará al Cusco como hub regional para la zona sur de Sudamérica. Si en el Ombligo del Mundo no amplían las operaciones en la noche, la Ciudad Blanca tomará su lugar, apunta.
Ser hub regional es de suma importancia para estas ciudades porque implica incorporar vuelos regulares desde Chile, Argentina, Bolivia y Brasil. Según Roberto Arámbulo, de la DGAC, la Ciudad Imperial ya se conectó a estos países al menos una vez en el 2012. Arequipa lo ha hecho solo con Chile. En la ciudad del Misti se frotan las manos con lo que pueden ganar.