Una de las mejores experiencias que he tenido ha sido la de mi viaje a Puno. Navegué a lo largo del Titicaca e hice un tour por las islas de los uros y Amantaní, las principales del lago.
En la isla Suasi pude quedarme a dormir, y en Taquile, hice turismo vivencial. Fue magnífico porque conocí las costumbres de la gente. Otra parada importante fue el yacimiento arqueológico Sillustani.
Juliaca, como a una hora de Puno, también me gustó. Es una ciudad muy linda. En la Plaza de Armas, recomiendo visitar el templo colonial de Santa Catalina y después ir al mercado Túpac Amaru para comprar souvenirs.
Además de aventura, turismo vivencial, historia y gente hermosa, aquí hay buena comida. La trucha frita y la sopa de quinua… ¡uf!, son para resucitar del frío a cualquiera.