Tener la piel radiante es algo que buscamos a diario. Y así como recurrimos a extensas rutinas de maquillaje, es importante tomar en cuenta el papel de los desmaquillantes y posteriormente de los productos de limpieza del rostro, con el fin de conservarla saludable y fresca.
Con estos consejos, tu rutina de belleza estará más que completa, pues la 'responsabilidad' de sus efectos no solo recaerá en los productos que utilizas para limpiar tu piel, sino también en la forma cómo los usas y los complementas. A continuación los 'tips' infalibles:
- Limpiar antes de tratar: antes de aplicar cualquier crema de tratamiento, es importante que la piel esté absolutamente limpia. Con ello, cabe el factor de que no solo bastan las toallitas desmaquillantes, es necesario que utilices un limpiador profundo.
- Cómo masajear: comúnmente, nos han enseñado que las cremas de tratamiento se aplican con movimientos redondos. Sin embargo, la manera correcta es con masajes lineales, en sentido ascendente y desde el centro del rostro hacia afuera.
- Limpiar suave: estamos acostumbrados a ‘frotar’ nuestra piel para limpiarla. Como resultado, la fricción excesiva desestructura los tejidos de sostén de la piel, acelerando su flacidez.
- Seguir las instrucciones: muchas veces nos desesperamos al probar un nuevo producto y no tomamos en cuenta las indicaciones. También hay que tener en cuenta que no todos los limpiadores cumplen con el mismo procedimiento; por ejemplo, algunos necesitan que la piel esté húmeda previamente, y otros necesitan ser complementados con algún otro producto.
- Usa agua tibia o fría: evita el uso de agua caliente en la limpieza de tu rostro, ya que produce la dilatación de las paredes capilares, irritando y abriendo los poros.
- El tónico es básico: es imprescindible que incluyas este producto en tu rutina facial. Su función, es re equilibrar el ph de la piel, permitiendo que los compuestos que utilices luego penetren mejor en el rostro.
- La importancia de la toalla: aquí hay varios factores. Primero, siempre deberías tener una toalla individual. Segundo, es importante lavarla por lo menos cada tres días. Para la rutina de limpieza facial, los especialistas recomiendan el uso de una toalla húmeda tibia que retire los productos que usaste.
- Limpiar siempre: no existe la excusa de que porque no usaste maquillaje no es necesaria la limpieza facial. Durante el día, la piel de nuestro rostro no solo está expuesta al maquillaje, sino a la contaminación, el sudor, el smog, etc. La limpieza es algo imprescindible.
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