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Desafortunadamente, con el paso de los años, nuestro cuerpo cambia y deja a la luz algunas pistas de vejez que nos gustaría estuviesen ocultas (o que no existiesen). Una de ellas es la papada, aquél pliegue de piel extra que se ubica bajo la barbilla y aparece en los momentos menos indicados -sobre todo cuando tenemos una cámara al frente-.
Lo primero que debemos saber sobre la papada es que sale por varias razones. Aquí revisamos algunas de ellas.
1. La edad
El tiempo pasa y el cuerpo pierde colágeno, sobre todo en el área que se encuentra bajo la barbilla. Por ello, la piel se torna flácida y se descuelga formando la papada.
2. La genética
Si en tu árbol genealógico puedes detectar familiares que hayan padecido este tema, lo más probable es que tu también lo tengas. Aunque, claro, no es una regla exacta.
3. El peso
Por lo general, cuando descuidamos nuestra alimentación, solemos aumentar de peso y mucha de la grasa acumulada se aloja en esta parte del cuello creando una suerte de doble barbilla.
4. Mala postura
Aunque no es una razón muy popular, se sabe que la mala postura ayuda a la formación de la papada. Sobre todo, si llevamos la posición de la espalda y cuello encorvado todos los días.
5. Problemas de salud
Si nada de lo anterior coincide, es posible que se trate de un problema de salud. Puede ser a causa de retención de líquidos o de inflamación de cuello. Aunque, claro, lo ideal es consultar con un especialista.
¿Cómo evitar la papada?
Si se trata de un tema genético, es algo inevitable. Sin embargo, en otros casos puedes prevenir su aparición de varios modos.
1. Lleva una alimentación saludable. Deja de lado las grasas y los hidratos saturados. Además, puedes seguir una dieta con mayor aporte de verduras y legumbres para evitar la retención de líquidos.
2. Haz ejercicios. Para luchar contra la papada, debes hacer algunos ejercicios de fortalecimiento de cuello.
3. Buena postura. Recuerda que la postura diaria es vital para impedir la aparición de la papada. Mantén la espalda recta y el rostro mirando de frente. Evita agachar el cuello.
A su vez, puedes optar por tratamientos como la liposucción inteligente, la radiofrecuencia, el láser diodo o frío, entre otros.
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