Aunque suene increíble, no todas las cuñadas harían lo mismo. Y menos si se trata de la realeza. Pero la gracia de Kate Middleton se ha visto reflejada en el gran día del Príncipe Harry y Meghan Markle, donde ha lucido un traje que ya había usado anteriormente. Sí, has leído bien: lo había usado anteriormente.
La esposa del príncipe Guillermo, optó por un vestido estilo abrigo de Alexander McQueen, el cual utilizó para el bautizo de la princesa Charlotte y la fiesta de cumpleaños de la reina Isabel II. El traje es de color amarillo tenue, ceñido al cuerpo, de mangas largas y cuello en forma de 'V'.
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El atuendo estuvo acompañado de un sombrero de Philip Treacy y unos stilettos del mismo tono. El look ha pasado completamente desapercibido por la prensa y hasta en las publicaciones del mismo Palacio de Kensington en redes sociales.
Y, aunque no sabemos si ha sido decisión propia o de la reina, el gesto ha quedado muy bien pues la atención la ha acaparado la novia, como debe de ser. Aunque, debemos resaltar, que como siempre la gracia y elegancia de Kate Middleton nunca falla en sus atuendos.