La costumbre dicta que la novia debe llevar “algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul” el día su boda. En esa línea, el vestido co-creado por Yahel Waisman y Camille Defago calza perfecto -combinando el romanticismo de los bordados de la primera modista con la excentricidad de los prints de la segunda- para ser lucido por alguien especial en la vida de la novia como amuleto singular.
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“Queríamos que se sienta una fusión entre las dos marcas y que refleje nuestra esencia. Equilibramos todo en base a colores y formas, y nos inclinamos por el color azul pastel y violeta”, detalla Waisman a El Comercio.
El vestido, nació como una idea en diciembre del año pasado, época en la que también los matrimonios volvían a tomar un poco más de fuerza tras un largo invierno provocado por la pandemia.
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“Fue una época loca para ambas. Pero con buena onda y pasándolo bien pudimos traer a la vida las piezas que teníamos en mente”, comparte Defago, quien destaca de entre los demás modistos peruanos por sus originales collages.
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La dupla conformada por Yahel Waisman (@yahelwaisman) y Camille Defago (@camilledefago) adelanta que pronto tendrán más sorpresas para los seguidores de sus marcas, con más piezas orientadas a las noches de fiesta y elegantes como los matrimonios.
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