La cantante y rapera Doja Cat cada vez nos sorprende más con sus extraños (y hasta bizarros) cambios de look desde que saltó a la fama. Esta vez, superó su extravagante ser con uno que parecía sacado de una película de ciencia ficción y terror. Así es, la intérprete de “Woman” se enfundó en un elaborado traje rojo con incrustaciones de miles de cristales rojos para asistir al polémico desfile de moda de Schiaparelli en la Semana de la Alta Costura en París.
Luego de que la casa de moda italiana Schiaparelli se convirtiera en una firma de Alta Costura en el 2017, con el paso de los siguientes años ha logrado consolidarse como una de las marcas de lujo más creativas y exquisitas en el mundo de la moda. Tan atrevida y vanguardista que para la Semana de la Alta Costura en París no dudó en tirar la casa por la ventana con su polémica temática: el infierno de Dante Alighieri en la “Divina Comedia”.
Y por supuesto, ante esta creativa propuesta, los asistentes al desfile tenían que superar sus propios looks para ir acorde a la temática. Mientras que Kylie Jenner daba sus primeros pasos al enfundarse en un sensual vestido negro con una cabeza falsa de león en tamaño real; Doja Cat volaba a otra dimensión con su extravagante traje rojo.
Sobre el impactante traje rojo de Doja Cat
La talentosa artista brilló en la primera fila del desfile. Literal. El traje en cuestión se hizo realidad gracias al esfuerzo conjunto del equipo maravilla: Daniel Roseberry, director creativo de Schiaparelli; Pat MacGrath, maquilladora estrella; y Guido, legendario peluquero y estilista.
Lograr el infernal look de Doja Cat para el desfile Primavera-Verano 2023 de la marca no fue tarea sencilla. McGrath y su equipo se tomaron 5 horas para cubrirla a mano con 30 mil cristales Swarovski en rojo carmesí.
Sobre el reluciente canvas de Doja Cat con los miles de refulgurantes cristales rojos relució un corto vestido compuesto por un corset en seda roja, una falda con cuentas rojas tejidas a mano, una dramática cola y botas dignas de ser llevadas por el mismísimo diablo. El toque final lo dieron los aretes colgantes bañados en oro y con llamativas piedras rojas incrustadas.
Además, el estilista le dio el toque final con un peinado hacia atrás de efecto mojado que hizo contraste con el estilo vanguardista de Schiaparelli.
¿El resultado?
Una escultura demoníaca en forma de Doja Cat que se convirtió en una verdadera obra de arte sacada del mismo libro de Dante Alighieri.