La reciente aparición de Irina Shayk durante la semana de la moda de Londres con un ojo morado y otros moretones en su rostro generó gran controversia y especulación en medios de comunicación y redes sociales. Algunos se preguntaban si se trataba de un incidente fuera de la pasarela, mientras que otros especulaban sobre el propósito artístico detrás de tal elección de maquillaje. La respuesta a la intriga se aclara al profundizar en los detalles del desfile en el que participó Shayk.
La elección del maquillaje controversial fue precisamente eso: una elección artística. Formaba parte del concepto del desfile, con una temática potente y provocadora que buscaba transmitir un mensaje específico. El maquillaje en cuestión era parte del desfile de Mowalola, una diseñadora conocida por su enfoque audaz y provocador en la moda. Su desfile esta temporada trató sobre la película Crash (1996), utilizando elementos visuales como manchas de sangre y moretones para emular el accidente de auto.
Pero esta no fue la razón de la controversia. En el desfile se utilizaron banderas como estampados en las piezas. Particularmente, la de Arabia Saudí causó mucho revuelo. Una minifalda con la frase “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”, una frase que muchos han considerado una ofensa.
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