El ex jefe de la ONU para el cambio climático, Yvo de Boer, dijo que renunció hace 18 meses al cargo porque estaba frustrado y convencido de que las negociaciones para lograr un acuerdo significativo sobre el problema se enfilaban al fracaso. Hoy mantiene la misma opinión.

Tengo el mismo punto de vista sobre la situación en la que se encuentra el proceso y que propició que yo me retirara. Todavía estoy preocupado profundamente por el rumbo que lleva, o más bien por el rumbo que no se lleva: por la falta de avances, dijo De Boer.

Él defendía siempre las políticas ecológicas en sus constantes presentaciones públicas, viajaba de manera intermitente para reunirse en privado con gobernantes importantes y trabajaba con los negociadores en la búsqueda de alternativas a fin de superar escollos en la elaboración de acuerdos.

Al final, el holandés que fue la voz principal en la escena mundial sobre la lucha contra el calentamiento global por tres años consideró: Yo en verdad carecía de la capacidad para contribuir al proceso como debía.

De Boer puede ver en retrospectiva de todos los años en los que fue negociador desde la década de 1990 y después funcionario de alto rango de Naciones Unidas, cargo desde el cual tuvo acceso a los niveles más altos en los gobiernos, el mundo de los negocios y la sociedad civil.

Hoy, De Boer es capaz de expresar sus críticas a diferencia de antes, cuando era renuente a hacerlo cuando encabezaba la diplomacia contra el cambio climático. “Los negociadores viven en un universo separado y las conversaciones actuales semejan un tronco a la deriva, apuntó.