Buenos Aires y otras ciudades del interior de Argentina fueron en la noche de este jueves escenario de multitudinarias manifestaciones contra el Gobierno, coincidiendo con la polémica sobre una posible reforma constitucional que podría abrir la puerta a una nueva reelección de Cristina Fernández.

Los cacerolazos, las concentraciones en las calles y las manifestaciones en paseos públicos en distintos puntos del país han sido fuertes y, por su magnitud, inéditas en lo que va del segundo mandato de Fernández, iniciado en diciembre pasado tras triunfar en octubre en unos comicios donde obtuvo el 54 por ciento de los votos.

La protesta, que se desarrolló sin incidentes, fue convocada por las redes sociales y concluyó con una concentración masiva en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente a la sede del Ejecutivo.

Allí se vieron banderas argentinas y carteles con consignas como por la defensa de la Constitución nacional, contra la inseguridad, contra la reelección, por la defensa de las instituciones, por una Argentina sin corrupción y contra el corte de libertadores.

También hubo concentraciones al pie del Obelisco porteño y en la localidad bonaerense de Olivos, a las puertas de la residencia presidencial oficial, donde las protestas se extendieron por cerca de dos horas y media.

OTROS PUNTOS DEL PAÍS Asimismo, hubo manifestaciones en ciudades como Mendoza, Rosario, La Plata, Córdoba, Santa Fe, Gualeguaychú y Bariloche, según imágenes trasmitidas por la televisión local.

Estas protestas suceden a otras, mucho menos masivas que las de hoy, realizadas en junio pasado, también con consignas en contra de las políticas del Gobierno, como las restricciones cambiarias, y contra una eventual reforma constitucional para habilitar a Fernández un tercer mandato presidencial.

Mientras las manifestaciones se desarrollaban, Fernández presidía un acto en la norteña ciudad de San Juan, donde en su discurso hizo una fuerte defensa de su Gobierno.

Contra la cadena nacional del desánimo, el miedo y el pesimismo, estamos millones de argentinos que creemos en este proyecto nacional, popular y democrático, afirmó la mandataria.

Tras defender su gestión, Fernández aseguró que hubo horribles gobiernos que hundieron a la Argentina en crisis institucionales, sociales y culturales.

Yo nerviosa no me voy a poner, que se queden tranquilos, dijo la jefa de Estado, mientras los asistentes al acto, incluido el gobernador de San Juan, el oficialista José Luis Gioja, coreaban para Cristina la reelección.

La mandataria no ha confirmado ni desmentido su intención de aspirar a un tercer mandato en los comicios de 2015, para lo cual se necesita una reforma constitucional, aunque algunos miembros del oficialismo han planteado la posibilidad de esa alternativa, un asunto que fue hoy blanco de las protestas.