El Perú, a través de la exposición de Alain Pellet como representante del equipo jurídico nacional en la controversia marítima con Chile, acusó a aquel país de prentender complicar el litigio y transformarlo en uno muy difícil de comprender basándose en el derecho de los tratados.
“Chile pretende demostrar, a través de contorsiones del derecho, que sí se establecieron límites a través de la Declaración de Santiago de 1952”, dijo Pellet. “Chile hace sufrir al derecho, de la manera insólita que entienden los tratados”, agregó.
FRÁGIL ARGUMENTO El punto 4 de la Declaración de Santiago de 1952, es de gran importancia para Chile. (aquí el párrafo)
“Si una isla o grupo de islas pertenecientes a uno de los países declarantes estuviere a menos de 200 millas marinas de la zona marítima general que corresponde a otro de ellos, la zona marítima de esta isla o grupo de islas quedará limitada por el paralelo del punto en que llega al mar la frontera terrestre de los Estados respectivos.”
Primero, en el caso de Perú, no hay ninguna isla que deba tomarse en litigio. Bajo esta fragilísima afirmación dentro de este tratado, Chile da a entender que existe un acuerdo de límites. No existe un acuerdo de este tipo.
El litigante citó el artículo 253 del fallo Nicaragua-Honduras donde la Corte de La Haya dice que los tratados no se pueden presumir, sino que deben ser explícitos.
“Chile presenta un embrollo de argucias jurídicas () No sé a partir de qué alquimia misteriosa Chile transformó acuerdos pesqueros en tratados, generando un debate falso.
CHILE NO QUISO NEGOCIAR En su planteamiento, Pellet sostuvo que Perú llegó a La Haya “porque Chile no quiso negociar” y porque “inventó límites marítimos para privar a Perú de 67.000 kms cuadrados” y además porque “ha hecho una concepción insólita de los acuerdos”.
Citando a la Convención del Mar de 1982, recordó que la resolución de costas adyacentes se hace a través de acuerdos. Las partes deben recurrir a forma pacífica de solucionar la diferencia.
ATACÓ MÁS ARGUMENTOS CHILENOS Pellet también indicó que “Chile se esfuerza en demostrar que la práctica de las partes y países terceros se hace de acuerdo al Acuerdo de Santiago de 1952, en cuanto a la soberanía chilena sobre la zona en disputa. Pero no se puede probar porque no hubo acuerdo de límites previamente. Dicha práctica no significa que exista un tratado”.
“Perú plantea en la corte la equidistancia. Se trata de dos estados con costas adyacentes. Ambos estados han proclamado sus derechos soberanos que reconoce el derecho nternacional. Chile, en su contramemoria, ha acusado al Peru de querer ampliar su dominio marítimo. Chile deforma el planteamiento peruano.
Perú no quiere ampliar su dominio marítimo, solo quiere que se respeten sus derechos marítimos, finalizó.