Cifras de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) dan cuenta de que en el Perú hay 62.500 hectáreas de hoja de coca, 8 mil de las cuales se encuentran en el valle del Monzón. Justamente, esta zona ya ha sido intervenida desde el 19 de enero por 1.200 trabajadores del Proyecto Especial de Reducción y Control de Cultivos en el Alto Huallaga (Corah), que son resguardados por 600 policías en su tarea de erradicar los cultivos ilegales.
“Hasta ayer se han erradicado 1.444 hectáreas y se estima que hay unas 8 mil hectáreas. La meta es erradicar las 8 mil para mayo o junio”, informó a El Comercio Carmen Masías, presidenta ejecutiva de Devida, quien resaltó que durante más de 40 años no se ha entrado al Monzón ni con desarrollo ni con erradicación, porque el narcotráfico lo ha impedido.
Según explicó, el trabajo es realizado solo por varones y se respetan los derechos de las personas, no se arrasa y tampoco se usan pesticidas ni armas. Ya se destruyeron cuatro laboratorios de droga y probablemente hay más de 50.
PLAN POSERRADICACIÓN Asimismo, los equipos técnicos y las autoridades han concertado para hacer los análisis de suelos e identificar necesidades. “Algunas personas en el Monzón dicen que la tierra está envenenada. Claro que lo está, pero de agroquímicos que usa la coca. Es un suelo degradado”, manifestó.
En ese sentido, acotó que el presidente Ollanta Humala ha encargado elaborar un plan poserradicación, el cual ya fue presentado el viernes pasado al presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez Mayor.
“No solo es para el Monzón, sino para las otras zonas donde se logrará la erradicación de las 22 mil hectáreas. Funcionará con el presupuesto ya aprobado para los sectores; son 600 millones de soles”, precisó.