Rebeldes sirios ejecutaron públicamente a un sacerdote católico en un monasterio en el norte de Siria, según denunció el Vaticano.
La agencia de noticias vaticana dijo que el sacerdote franciscano Francois Murad, de 49 años, fue decapitado hace ocho días.
Las circunstancias de la muerte de Murad no son del todo claras, pero el Vaticano confirmó que los militantes atacaron el monasterio donde vivía. Fuentes locales dijeron que los atacantes estaban vinculados al grupo yihadista Jabhat al-Nusra.
CUSTODIOS DE SANTUARIOS Según el corresponsal de la BBC en Roma, David Willey, en varias páginas web católicas se han publicado imágenes de video, cuya veracidad no se ha podido corroborar, que supuestamente muestran la cruel muerte del sacerdote junto a la de otras dos personas no identificas.
La orden de los franciscanos, a la que Murad pertenecía, es la custodia oficial de los lugares religiosos católicos del Medio Oriente.
El padre Pierbattista Pizzaballa, un fraile franciscano que es el custodio oficial de más de 70 santuarios católicos en esa zona pidió orar por el sacerdote martirizado.
Pizzaballa lamentó que Siria se haya convertido en un campo de batalla, no sólo entre fuerzas sirias, sino también de los países árabes y la comunidad internacional.