Berlinale: reseñas de algunas películas
“Nymphomaniac”(Sección Oficial-fuera de competencia)
Ay, Lars Von Trier. A veces diera la impresión que lo que importa es lo que este cineasta pueda decir, hacer o dejar de hacer en una conferencia de prensa que su cine. Y lo triste es que, cuando quiere, puede hacer grandes cosas. Ahí están “Contra viento y marea”, “Bailando en la oscuridad” y, sin ir muy lejos, “Melancolía” para comprobarlo. “Nymphomaniac” busca ser un tratado moral sobre sexo, en el que vemos cómo Jean (encarnada por Charlotte Gainsbourg en edad adulta y Stacy Martin en su juventud) vive diversas aventuras sexuales que generan una serie de consecuencias y situaciones.
No hay gozo en el sexo que muestra Von Trier: lo que hay es culpa y declaraciones morales sobre el poder que Jean descubre tener usando su sexualidad. Cuando la película describe los actos de Jean, con la cámara nerviosa y oscura del cineasta danés, la cinta cobra interés. Pero cuando los actos de la protagonistas dan paso a metáforas sobre la pesca (los diálogos con Stellan Skargard pueden ser insufribles) y a situaciones con conversaciones retóricas que llenan todo de solemnidad, ahí vemos las limitaciones de Von Trier como director: muchas veces no puede trasladar los conceptos que maneja a una puesta en escena que nos haga sentirlos, por lo que se vuelve necesario explicarlos. Al final, termina dando la sensación que la pomposidad de “Nymphomaniac” termina ganado la batalla.
“Station of The Cross” (Competencia)
María (notable Lea van Acken) es una joven de 14 años que forma parte de una familia de fanáticos católicos. Quince planos secuencia nos sirven para mostrarnos el proceso de alienación de la joven, que ve cómo el mundo que la rodea no funciona (ni puede funcionar) de acuerdo a los preceptos que le inculcan en su familia. Por lo que tan solo le queda desear que Dios se la lleve como sacrificio para que su hermano de 4 años pueda hablar. Con un estilo seco, el cineasta Dietrich Briggeman nos va mostrando esa alienación que, gracias al estilo del director, aparece absolutamente integrada a la cotidianidad de la protagonista, como si fuera lo más normal del mundo y, al mejor estilo trágico, como si ya estuviera escrito de antemano y nadie pudiera hacer nada para detenerla. Por momentos la tesis se siente, pero Bruggeman es lo suficientemente hábil para integrarla a situaciones cotidianas, sin cargas las tintas, y sabiendo reposar en la capacidad de sus actores, todos excelentes.
“Historia del miedo” (Competencia)
Una residencial cerrada rodeada de barrios populares. Las familias que viven ahí, un chico que trabaja en el lugar y su madre, una trabajadora del hogar, son los protagonistas de esta ópera prima argentina de Benjamín Naishtat, que nos muestra una cotidianidad en las que las tensiones están representadas por los silencios, por las miradas que expresan desconfianza, por los ruidos que, de pronto, rompen con la tranquilidad del ambiente. El director sabe muy bien generar tensión a partir de lo más mínimo, haciéndonos sentir que algo siniestro está a punto de ocurrir en cualquier momento. Hacia la mitad la película se estanca un poco y se vuelve esquemática en su representación de dos mundos tan distintos (los condominios y las barriadas) que conviven con desconfianza, pero los últimos 20 minutos vuelen a agarrar una gran tensión. Fija para la competencia del festival de Lima de este año.
“Kumiko, The Treasure Hunter” (Forum)
El realizador estadounidense David Zellner consigue con esta cinta crear un ambiente muy particular, extraño, triste y emocionante al mismo tiempo. Noriko es una joven solitaria japonesa que es despreciada en su trabajo y que no tiene (y, al parecer, no quiere tener) amigos. Un día, descubre un video de la película “Fargo” y decide irse a Minnesota a buscar el dinero que el personaje de Steve Buscemi entierra hacia el final del filme. El viaje que hace Kumiko, por más absurdo que parezca, es contado por el cineasta con aliento épico, como esas viejas películas de aventuras en las que lo que importa es la pulsión por la búsqueda, por más destinada al fracaso que esté. Una señora solitaria y un policía colaboran en darle a la cinta un tono naif que nunca se pierde, incluso cuando la tragedia está a la vuelta de la esquina. “Kumiko…” es, también, un homenaje al cine y a su capacidad para sacarnos de nuestra rutina y vivir una aventura única. Un punto alto del festival.
“L´enlèvement de Michel Houellbecq” (Forum)
El escritor Michel Houellebecq es secuestrado por unos gángsters que esperan que alguien les pague un rescate. Lo curioso es que, mientras dura el encierro, el hombre de letras se va volviendo amigo de sus raptores, discutiendo y emborrachándose con ellos. La absurda situación es potenciada por el estilo realista del director Guillaume Nicloux, que hace que el delirio aparezca como lo más normal del mundo; pero también por un notable Houellebecq, que mantiene el mismo rostro inocente, con cara de yo no fui, durante todo el metraje, ya sea para reclamar algo, para hablar de política con sus raptores o para pedir, amablemente, si le pueden traer una prostituta. No es una gran película, pero tanta absurdidad tiene su encanto.
“Felice chi è diverso” (Panorama)
El célebre realizador Gianni Amelio hace un documental que muestra el testimonio de ancianos homosexuales y cómo vivieron su opción sexual en una Italia represora, donde la figura del macho resulta la predominante. Pero, más que los testimonios, lo que sorprende del filme es la representación en imágenes televisivas que se tenía y se tiene del homosexual, de cómo la burla y la discriminación se trabajaban desde los reportajes televisivos hasta en los titulares de los diarios. Vaya que la tuvieron difícil estos señores. Y vaya que, si bien se ha avanzado, aún queda muchísimo por hacer.
“Blind Dates” (Forum)
La sección Forum del festival suele mostrarnos cintas como esta película georgiana, dirigida por Levan Koguashvili. Está lejos de ser perfecta, pero se trata de una cinta agradable, que en su primera parte nos va metiendo en la cotidianidad de un hombre de 40 años soltero al cual la presión social por casarse no lo deja tranquilo. Un viaje con un amigo y un encuentro con una mujer se convierten en la base de esta primera parte, que tiene mucho de “Whisky”, la cinta uruguaya de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, una descripción agridulce de personajes que van encontrando mecanismos de comunicación en los gestos más mínimos. Cuando entra a tallar el marido de la mujer, un hombre que acaba de salir de la cárcel, todo se vuelve más anecdótico y pierde fuerza, aunque la gracia de la primera parte queda en el recuerdo.
“Standing Aside, Watching” (Panorama)
El filme de Yorgos Servetas es la historia de una mujer que regresa a su pueblo solo para descubrir la violencia y la decadencia en el que se vive. El tema es que la película nunca le da vida a su propuesta y todo se queda en un esquema. Desde el villano del lugar hasta la relación que la mujer mantiene con un hombre más joven que ella, cada situación se siente una ilustración más bien convencional de una idea que, trabajada con más tensión y nervio, podría haber dado resultados más satisfactorios.