MDN
casa de playa

Por Janet Tamura. Fotos de Robert y Carmel Brantley. 

El espectáculo es grandioso en el piso 17. La relajante escena de la bahía de Biscayne ingresa a través de las mamparas de doble altura en el hogar del peruano Jay Britto y el estadounidense David Charette, y se convierte en un impactante cuadro vivo. 

Ambos interioristas lograron que en los 190m2 de este town house, de dos niveles, los tonos blancos, negros y grises plasmados en los muros y el mobiliario encuentren un punto de vitalidad de los colores, que exhiben pequeños detalles decorativos. Esta fórmula sencilla y eficaz cobra una elegancia juvenil gracias a las líneas contemporáneas de los muebles y del estilo de los cuadros. 

"Es una estética limpia y moderna. Nos gusta mantener las paredes claras y los muebles monocromáticos. Luego, agregamos color con piezas de arte y accesorios decorativos", explica Britto con una sencillez que nos hace pensar que cualquier persona lo puede conseguir. 

En el primer nivel, la marcada doble altura de la sala se presenta como un límite invisible, como una división virtual con la cocina; ambientes que están en unidad total, pues comparten un mismo espacio. 

Golpe de color 

La sala, sencilla en esencia, está dominada por un moderno sofá modular gris oscuro de respaldar bajo, y tiene en frente una mesa de centro de roble negro, vidrio de los mismos acentos y tonos de acero inoxidable. Todo enmarcado en una alfombra blanca con manchas negras, que termina de vincular cada uno de los muebles de la sala. La intensidad del amarillo y fucsia de las pinturas de la artista estadounidense Nicole Salcedo, que visten la pared principal, se sienten en todo el ambiente y se repiten en el cojín y los adornos. 

A pocos pasos, la cocina se muestra práctica y funcional sin perder su toque de glamour. Se trabajaron muebles en "L" de roble oscuro; entre los reposteros altos y bajos se colocaron placas de mármol de Carrara, que lucen sus sutiles vetas grises. Enfrente se instaló una barra de madera pintada de blanco con acabado satinado, que muestra un faldón con paneles tapizados con una tela que emula la piel de culebra. 

El mejor escenario 

En el comedor el juego de luces, las transparencias y las fuertes intensidades de la imagen del fotógrafo peruano Paul Dubois le dan una atmósfera de teatralidad al lugar, que tiene una mesa con tablero de vidrio y cuatro sillas Ghost. "Este ambiente no luce ventanas; por ello; decidimos usar transparencias para que no se vea pesado", dice Britto. 

El área de descanso se ubica en lo alto. En el segundo nivel está la oficina con vista a la sala gracias a los vidrios que reemplazan las paredes e integran la imagen de la bahía de Biscayne. El dormitorio principal, situado en el mismo piso, no requiere demasiados elementos para destacar, pues los pliegues ondulantes de la cortina, que cubre la pared y el escenario marino, llenan todo el lugar y te hacen sentir que las vacaciones son eternas. 

Contenido Sugerido

Contenido GEC