A una intensa dieta se ha sometido LeBron James para llegar a punto a la temporada de la NBA. Durante sus vacaciones evitó los dulces y lacteos para llegar a pesar 113 kilos. "Estoy más ligero que en los últimos años... y eso no es bueno para mis rivales", aseguró el jugador de los Cleveland Cavaliers en una entrevista a CNN.
Sin embargo LeBron no la pasó bien durante todo el tiempo que hizo dieta. "El Monstruo de las Galletas me perseguía en sueños", bromeó, haciendo referencia al popular personaje de Plaza Sésamo.
Solo comió carne, pescado, verdura y frutas durante el verano estadounidense.