Una respuesta a la teoría del pacto, por Arturo León. (Foto: AFP)
Una respuesta a la teoría del pacto, por Arturo León. (Foto: AFP)
Arturo León

Parece que el último solo duró un par de minutos. Esos últimos, antes que termine el partido. Solo se habla de eso. De si Falcao habló, Tapia escuchó o, en definitiva, hubo o no un pacto. A veces se toma con tanta ligereza el tema del fútbol que olvidamos la dimensión de lo que esto, el supuesto acuerdo, podría significar.

Que Perú haya decidido pasar la pelota sin tomar riesgos y Colombia no presionar más la salida nacional, no tiene que ver con un pacto propiamente dicho. No hubo una reunión entre Gareca y Pekerman antes del juego, tampoco de los capitanes. Tiene que ver con una situación natural: ambos se sintieron cómodos con el 1-1 al enterarse de lo que sucedía en Asunción y Sao Paulo.

Es como ir ganando 3-0 y dejar de pisar el acelerador. Bien sea por evitar lesiones, fatigas, etc. Pasa. Lo que genera polémica en el Perú-Colombia es la conversación entre los jugadores. No era la mejor forma de enterarse de los resultados, sí. Pero lo mismo hubiera pasado si los futbolistas se enteraban de otra forma. Ejemplo, Gareca le informaba a Guerrero y Pekerman a Falcao. La reacción natural hubiera sido la misma: no arriesgar. Y quizá hoy no habría tanta polémica.

En ese momento, Perú tenía dos opciones. 1) Intentar ganar el partido y correr el riesgo de perderlo (y quedar eliminados). 2) Quedarse contento con el 1-1 y esperar porque Paraguay no le voltee el partido a Venezuela (que pudo haber pasado). Un duelo que acabó minutos después del Perú-Colombia. Para Colombia era igual. Ambos optaron por lo primero. ¿Hubo arreglo? No. Hubo un grupo de futbolistas que creyeron que lo mejor era dejar el encuentro así, luego de haber jugado intensa y limpiamente durante casi 90 minutos.

Contenido sugerido

Contenido GEC