Dos balones al palo, ambos por parte de Leo Messi, uno de ellos a causa de un penal fallado, jugando contra diez desde el minuto 37 y ejerciendo de dominador, el Barcelona siendo mejor en los dos partidos no pudo clasificarse para la final de la Champions y sucumbió ante el muro impuesto por el Chelsea (2-2).
El gesto de desesperación de Messi, quien abatido vio como Fernando Torres cerraba la eliminatoria en el minuto 92, es la imagen de la impotencia del Barcelona, que tenía claro cómo jugar, pero que no lo acompañó la suerte.
Se adelantó con 2-0 en el minuto 44, con tantos de Busquets e Iniesta, pero cometió dos errores en el tiempo añadido del primer tiempo y en el tiempo extra del segundo que lo acabaron por hundir.
Messi tuvo un penal para marcar el tercer gol y que el Camp Nou pudiera respirar, pero Leo, el mejor jugador del mundo, tiró al travesaño y todo empezó a acabarse para su equipo. Luego Barcelona recibió dos tantos, uno de Ramires, y otro de Torres que sepultaron sus opciones.