MIGUEL VILLEGAS Redacción online

Aunque estaba con short, con botines amarrados, Andy Polo parecía más bien el jefe de la barra peruana. Cuando la cámara no lo enfocaba alentando a ‘Oreja’ Flores, estaba pidiendo tiempo, o estaba aplaudiendo una corrida de alguno de los volantes, o se persignaba dando gracias por el partidazo de sus compañeros. Era el gran suplente. Hasta el minuto 76 de este partido con Ecuador, Polo había jugado apenas 80 minutos de los 720 minutos de este Perú Sub 20. El jugador más caro de esta planilla –Genoa lo compró en US$ 1,4 millones- era el menos valioso del plantel. Hasta ahora. Hasta este gol que le devolvió la vida a Perú. Y de paso, un poco la vida a él.

Iba a ser 2-2, como en 1999 con ‘el Ciego’ Oblitas. Nos íbamos a quedar fuera del Mundial de Turquía por el mismo marcador con que hace 14 años Chile nos obligó a decir chau. Iba a ser Ecuador, que en menos de diez minutos, nos empató un partido que estaba largamente ganado. Esterilla y Uchuari, cuando la selección de Daniel Ahmed era muy superior, complicaron la estadía de Perú en el hexagonal final. Fueron pelotazos directos al arco de Ángelo Campos que dolieron como balazos. Sobre todo el de Uchuari, el golazo de larga distancia a los 5 del complemento. Perú parecía muerto. Pero no.

Este Perú tiene once hombres pero es Reyna. Cuenta con once jugadores a los que nadie les puede reprochar actitud, sacrificio, valentía, fútbol. Pero el equipo sería distinto sin Yordy. El equipo es Reyna.

Este solo dato comprueba su influencia en el equipo: Ha marcado cinco goles en ocho partidos o para decirlo con las palabras correctas, es uno de los goleadores del Sudamericano Sub 20. El sistema de Ahmed lo terminó ubicando solo en punta, casi de ‘9’ solitario y él se dio mañana para suplir su tamaño con gambeta, y su peso con goles. Con Ecuador estuvo fino, como en el todo el campeonato, pero además contagió con su presencia a los demás compañeros. Ni cuando se apagó en el segundo tiempo dejó de correr.

Perú fue mucho más que Ecuador en todo el partido. Le ganó la iniciativa, le quitó la pelota y le marcó dos goles antes de los 30 minutos. Tenía acabado el partido pero había que esperar que transcurran casi una hora de juego. Eso hizo mal. Esperó que los minutos pasen. Si jugamos así contra Chile, contra la selección de la eterna revancha, es muy posible que fallemos. Para clasificar al Mundial de Turquía hay que ganar el partido del domingo, 3:30 p.m. Perú tiene 4 puntos, Chile 6, tras su triunfo ante Colombia. Antes que con el reloj, hay que jugar con la cabeza. Y con los pies, que tan bien han andado con este Perú.