shinua
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Nora Sugobono

Hay un fenómeno que se presenta con la comida que viene en porciones pequeñas (llámese bombón, petipán con pollo o empanadita) que invita al descontrol, a la entrega sin restricciones. Uno se olvida de las matemáticas básicas y de pronto empieza a desconocer de sumas y multiplicaciones. Si se puede comer con las manos y de un solo bocado, de nada sirve haber aprendido a contar. Algo así ocurre cuando se tiene un plato de dim-sums delante. ‘¿Cuántos siu kaos te comiste?’ es una pregunta que no tiene sentido formular porque usualmente no se dice la verdad. Menos si se trata de wantanes (para qué, además). Este es un pensamiento recurrente y es una teoría que confirmé recientemente en la mesa de Shi-Núa.

La variedad de dim-sums (bocaditos chinos) es uno de los grandes atractivos de esta mesa. Se pueden pedir en un plato degustación donde vienen 16 unidades a elección.
La variedad de dim-sums (bocaditos chinos) es uno de los grandes atractivos de esta mesa. Se pueden pedir en un plato degustación donde vienen 16 unidades a elección.
'Open' wantán con tartar de salmón.
'Open' wantán con tartar de salmón.

Ni bien se abre la carta, la presentación de unas 20 variedades de bocaditos y piqueos incita a la travesura. Hay siu mais de langostinos, conchas y tobiko (S/ 34); spring rolls de pato (S/ 29); min paos de pulled pork (S/ 28) y una hermosa creación bautizada como black ja kao de langostinos y salmón, que llega a la mesa sobre un bisque de langosta (cuatro unidades, S/ 34). Solo uso los palitos para llevármelos a la boca por educación.

Conchitas Shi-núa, a la brasa con mantequilla, especias y ají limo, coronadas con tobiko (huevas de pez volador).
Conchitas Shi-núa, a la brasa con mantequilla, especias y ají limo, coronadas con tobiko (huevas de pez volador).

Shi-núa es el proyecto más reciente del empresario gastronómico Diego León de Peralta (Carnal), quien está detrás de cada detalle del concepto de este espacio: un ambiente lleno de estilo, ultrachic, donde se sirve comida peruano-china con todas las libertades y licencias culinarias que el formato permite. Este no es un chifa (hay opiniones y sentimientos encontrados en redes sociales) ni es una versión más ‘elegante’ de un chifa. Eso es lo primero que debe quedar claro sobre Shi-núa.

Un imponente árbol de cerezo ha sido diseñado para ser el centro del ambiente. La decoración estuvo a cargo de Coco Moore, Melissa León de Peralta y Jordi Puig.
Un imponente árbol de cerezo ha sido diseñado para ser el centro del ambiente. La decoración estuvo a cargo de Coco Moore, Melissa León de Peralta y Jordi Puig.

El desarrollo de la propuesta gastronómica ha estado a cargo de los cocineros Coque Ossio y María Luisa Sosa y reúne un atractivo abanico de influencias. Encontramos, por ejemplo, un arroz chaufa de pato trufado (S/ 38); langostinos tempura ‘pop corn’ con salsa agridulce (S/ 48); o una entraña angus trozada, acompañada de unos jugosos tallarines lo mein con vegetales (S/ 79). La mayoría de platos pueden, y deben, compartirse. Además de la tradición y la sazón, aquel es el punto donde confluyen la cocina peruana y la china.

Pato Peking estilo Shi-núa
Pato Peking estilo Shi-núa
Arroz chaufa con pato trufado.
Arroz chaufa con pato trufado.

Más información:

DIRECCIÓN: Av. Víctor Andrés Belaunde 147, vía principal 133 (Real 2), San Isidro.
HORARIOS: Lunes a sábado de 12:45 p.m. a 4 p.m. / 7:47 p.m. al cierre. Domingos de 12:45 p.m. a 4 p.m.
CONTACTO: 610-2100 / reservas@shi-nua.com

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